Medicamentos que fueron usados durante la primera ola como dexametasona y azitromicina ya no están disponibles en farmacias y boticas. El Ministerio de Salud retiró estos productos del tratamiento de Covid-19 por no tener eficacia.
Medicamentos que fueron usados durante la primera ola como dexametasona y azitromicina ya no están disponibles en farmacias y boticas. El Ministerio de Salud retiró estos productos del tratamiento de Covid-19 por no tener eficacia.

El impacto de la tercera ola ya se refleja en la falta de aquellos medicamentos que fueron utilizados en los primeros meses de la pandemia para los casos de .

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Fármacos como la azitromicina, dexametasona, y ceftriaxona no están disponibles en las principales cadenas de farmacias. Médicos de la región advierten que la automedicación y el uso de balones de oxígeno sin supervisión de un profesional ponen en riesgo a los pacientes.

Costos

Con el acelerado incremento de casos diarios de Covid-19, se ha elevado la demanda de balones de oxígeno, concentradores de alto flujo, fármacos e incluso pruebas de diagnóstico.

El costo de estos productos aumenta sin ningún control, y surge un mercado informal en redes sociales que los ofrece sin suficientes garantías.

Desde hace unos días, se han observado filas afuera de las farmacias y boticas. Sin embargo, se puede comprobar que algunos fármacos ahora son adquiridos con mayor frecuencia.

Es el caso del paracetamol, un medicamento genérico que es utilizado para tratar enfermedades que provocan fiebre y dolor de cabeza. Su costo solía oscilar entre S/0.10 y S/0.50 por unidad, pero ahora las cadenas de farmacias y boticas de Chiclayo lo ofrecen hasta en S/3.00.

Lo preocupante es que algunos de estos establecimientos ya no tienen stock disponible. Incluso, en las páginas web de Mifarma o Inkafarma se observa que las tabletas y cajas de 100 unidades de paracetamol están agotadas.

Lo mismo ocurre con los fármacos dexametasona, ceftriaxona para solución inyectable, y tabletas de azitromicina.

De acuerdo al Observatorio de productos farmacéuticos del Ministerio de Salud (Minsa), el costo de la azitromicina puede superar los S/10 por unidad.

Este fármaco así como la ivermectina fueron retirados por el Ministerio de Salud del tratamiento contra el Covid-19, a través de la Resolución Ministerial N° 839-2020, tras comprobarse que no tenían eficacia en pacientes infectados.

Pese a ello, se han agotado los frascos de ivermectina en solución oral que eran vendidos bajo otra denominación comercial como Quanox y Polcem.

En la última entrevista que brindó a Correo; el decano electo del Colegio Médico, Jimmy Agüero Acuña, advirtió que cada metro cúbico de oxígeno medicinal era vendido en S/55, pero advirtió que “este monto se iba a incrementar” ya que la región está atravesando la etapa inicial de la tercera ola.

En efecto, este medio pudo comprobar que a través de grupos de Facebook muchos usuarios solicitan con urgencia balones de oxígeno y pruebas antigénicas.

Una caja con 20 unidades de estas pruebas pueden ser vendidas hasta en S/250 mientras que el precio de un balón de oxígeno de 10 metros cúbicos bordea los S/200.

Lo mismo ocurre con los concentradores de oxígeno que se ofertan en Chiclayo entre S/2 mil y S/5 mil 900, aunque los vendedores afirman que hay “unidades limitadas”.

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Riesgo

Si bien estos productos se han convertido en algo habitual durante la pandemia, el médico epidemiológico Jorge Fernández Mogollón, de la Gerencia Regional de Salud, advirtió que representan un riesgo para los pacientes que reciben tratamiento en su domicilio.

“El oxígeno es un medicamento pero si se administra una mayor o menor dosis de la que requiere el paciente, se pueden complicar los síntomas. Estos insumos requieren la supervisión de un personal de salud que esté calificado”, advirtió.

Para el especialista, la mayoría de pacientes con Covid-19 considera como última opción acudir a un hospital debido al alto riesgo de contagio, la prohibición de visitas familiares, y otras restricciones.

“Esto ha hecho que las personas pierdan, a veces de forma injustificada, la confianza en el sistema hospitalario”, refirió. En cuanto a los fármacos, Fernández precisó que los corticoides -como la dexametasona- tienen un efecto adverso y terminan complicando la salud de los pacientes que no requieren oxígeno.

“Las personas no deben automedicarse. Un farmacéutico no es médico y no puede auscultar los pulmones, revisar la garganta o hacer un examen físico”, explicó.

El médico también recomendó que no se consuman antibióticos porque estos fármacos se usan para problemas bacterianos y no para una enfermedad viral como lo es el Covid-19.

“Ya sabemos que la gran mayoría de casos de Covid19 tienen cuadros leves, pero ellos no requieren antibióticos ni a la vena, ni vía oral. (...) A veces se hace un gasto innecesario comprando vitamina C o B pero la evidencia científica no ha demostrado que permitan una mejoría significativa en los pacientes”, remarcó.