Manifestantes bloquearon la carretera a Olmos y vías distritales. Conductores informales aumentaron tarifa.
Manifestantes bloquearon la carretera a Olmos y vías distritales. Conductores informales aumentaron tarifa.

El paro anunciado por algunos gremios de transporte logró impactar a . La región se vio afectada por el bloqueo de carreteras y principales vías en Pimentel, Chiclayo, La Victoria y otros distritos.

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La Coordinadora Regional de Transporte convocó a cientos de conductores para reclamar al gobierno central que se ajusten los precios del combustible. Además, cuestionaron las promesas que hizo el Ministerio de Transportes y Comunicaciones.


Detalles

Desde muy temprano, al promediar las 6 de la mañana de ayer, la carretera que conduce a Olmos fue bloqueada en tres tramos distintos. Uno de ellos, ubicado a un extremo del puente Olmos.

Llantas quemadas y algunas ramas de árbol fueron colocadas para impedir el pase de los vehículos. Los pasajeros que se dirigían desde Chiclayo hacia las regiones del nororiente tuvieron que caminar varios kilómetros para continuar su viaje.

Los conductores de carga pesada también resultaron perjudicados por el bloqueo, quedando varados por varias horas.

La medida de fuerza también se replicó en la vía Chiclayo- Chota, a la altura del cruce de Morropillo, en la vía Chiclayo-Tumán así como en Túcume y Motupe.

Mientras que en José Leonardo Ortiz permanecieron cerrados el terminal Epsel y el paradero de Los Pueblos, desde donde viajan decenas de personas -cada semana- a los distritos de Jayanca, Pacora, Mochumí, e Íllimo.

El servicio de transporte tampoco estuvo disponible en los paraderos que cubren las rutas Chiclayo-Chepén y Chiclayo-Guadalupe.

Esta situación fue aprovechada por algunos transportistas informales, quienes aumentaron el pasaje hasta en un 50%. Por ejemplo, el costo para viajar de Chiclayo a Cayaltí pasó de S/5 a S/15. Frente al local de la empresa “Transportes Chiclayo”, algunos conductores de taxi ofrecían su servicio hasta Piura por un costo tres veces mayor al usual en esta zona.


Discrepancias

Mientras tanto, en Chiclayo, a pocos metros del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, se reunieron cientos de conductores para marchar por el casco central de la ciudad.

Horas antes de que se iniciara la protesta, el dirigente Teófilo Cumpa Olivares -representante del Sindicato Regional de Conductores Profesionales- denuncia que las empresas de transporte habían obligado a sus trabajadores a unirse al paro.

De lo contrario, los conductores serían multados con S/50. Además, aseguró que los transportistas recibieron leznas para pinchar las llanta de los conductores que se opusieran a paralizar su trabajo.

“Vean lo que pasa en Olmos, Motupe, Monsefú, Pimentel. Nosotros no avalamos la violencia. No tenemos por qué abusar de los mismos compañeros. Según la denuncia que recibimos, se habían distribuido 100 leznas en una empresa. Nosotros tenemos los audios y mensajes que les envían”, manifestó.

Wilson Míñope Carbajal, dirigente de la Coordinadora Regional de Transporte Público, negó estas versiones y cuestionó las afirmaciones de Cumpa Olivares.

“Somos ajenos a la decisión que tome cada empresa (de transporte). Un dirigente que se ha dado a la fuga en un accidente no puede tener la moral de decir que representa a un sector”, refirió.

De igual modo, exhortó al referido sindicato a denunciar la entrega de leznas ante la Policía. “Nosotros no somos responsables de esa situación”.

Como ocurrió en otras ocasiones, los transportistas arrojaron huevos a los taxistas que se negaron a sumarse al paro y obligaron a los pasajeros a bajarse del vehículo.

Al término el mediodía, los gremios llegaron hasta la Municipalidad Provincial de Chiclayo donde intentaron conversar con los funcionarios del alcalde Marcos Gasco.

Sin embargo, Wilson Míñope se retiró de la comuna y expresó su descontento por el diálogo que sostuvo con el gerente municipal Marlow Oblitas Niño.

“El gerente quiso hacer callar a uno de nuestros dirigentes. Así, nosotros no podemos conversar”, expresó. La intención de los transportistas, según Míñope, era establecer un acuerdo con el municipio para que se revise la formalización de los vehículos menores (taxis y colectivos).