Al menos 17 mil vehículos informales fueron intervenidos el año pasado, la mayoría de ellos durante la pandemia de la COVID-19, reveló Maribel Maguiña, subdirectora de Fiscalización de la Autoridad de Transporte Urbano de Lima y Callao (ATU).

Cada una de las unidades, entre ellas la combi cuyo conductor atropelló a una fiscalizadora el domingo, fue multada por el referido ente con S/ 17 mil 400.

“Las multas fueron impuestas por informalidad. Es decir, las unidades realizaban el servicio de transporte urbano sin contar con autorización”, precisó la vocera durante un operativo realizado ayer en Puente Nuevo, en El Agustino, contra el transporte informal.

Los conductores que no respetaron el aforo señalado (sin pasajeros parados) fueron multados con S/440 y se les retuvo sus brevetes.

CHATARREO OBLIGATORIO. Maguiña refirió que no existen suficientes depósitos  en Lima para el nivel de informalidad que hay en los vehículos de transporte público. Una de las estrategias que viene impulsando la ATU, con  el apoyo del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), es el programa  de chatarreo obligatorio.

“Las unidades informales que deben más de su valor, con multas, no pueden seguir en las calles y necesitamos impulsar las normas del chatarreo para sacarlas de circulación”, mencionó.

Sobre los 27 agresiones a los fiscalizadores en el último trimestre, Maguiña pidió a las autoridades mano dura contra los choferes informales.

Pese a los esfuerzos que realizan la ATU y las comunas limeñas, muchos conductores informales circulan con total impunidad por distintas arterias de la ciudad, como Arequipa, Javier Prado, Panamericana Sur, Carretera Central, Túpac Amaru, Wiesse y otras.

Reservado

El estado de salud de la fiscalizadora Jackelyn Rosales aún es reservado, según Maguiña. Se le está haciendo más exámenes médicos