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La Contraloría General de la República detectó en el túnel del proyecto Línea Amarilla, que une el Callao y San Juan de Lurigancho, riesgos en sus sistemas contra incendios y de monitoreo de los niveles de presión de agua, los cuales podrían perjudicar la capacidad de respuesta ante una emergencia y la seguridad de la estructura.

Estos problemas fueron hallados en los primeros 300 metros del conducto que pasa por debajo del río Rímac, en dirección al Primer Puerto, después de una acción de control ejecutada entre el 2 de julio y el 27 de agosto de este año.

PROBLEMAS

Según el órgano de control, los extintores instalados en el túnel no cumplen con las especificaciones establecidas en el estudio definitivo de ingeniería y en las normas técnicas aplicables.

Debido a ello, encontraron dificultades en el acceso a dichos equipos, que permiten extinguir incendios. Asimismo, no hallaron extintores en las salidas de la estructura.

En lo que respecta al sistema de monitoreo de presión de agua, la Contraloría constató que no cuenta con el sustento técnico, por lo que “no garantiza un adecuado funcionamiento del túnel durante su vida útil”.

RESPONDE

En un comunicado, Línea Amarilla aseguró que sí cumple con todas las especificaciones requeridas y garantiza la capacidad de respuesta ante una emergencia.