La Contraloría detectó que las acciones de planeamiento, organización y supervisión de los servicios de limpieza y desinfección de las unidades de transporte público, que han sido desarrolladas por la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), “no han sido suficientes” para reducir el riesgo de la propagación y el impacto del COVID-19.

En visitas de control realizadas entre el 28 de abril y 14 de mayo de 2020 a 100 plantas de limpieza y desinfección del Metropolitano y de Corredores Complementarios, la institución verificó que dicho servicio incumple las obligaciones contractuales, como el equipamiento del personal, insumos sin rotulado, entre otros requerimientos.

Asimismo, los inspectores de Contraloría observaron un inadecuado tratamiento de desechos biocontaminados, lo que provoca un riesgo de propagación de la enfermedad entre los usuarios.

De otro lado, los inspectores “no evidenciaron” la implementación de mecanismos de control y monitoreo que permitan al ciudadano y/o autoridad competente, verificar que las unidades autorizadas a circular durante el actual estado de emergencia sanitaria hayan sido previamente limpiadas y desinfectadas.

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