Lima y el eterno paisaje lunar que nadie corrige
Lima y el eterno paisaje lunar que nadie corrige

Conducir a lo largo de la ciudad puede parecer, sin exagerar, una travesía lunar, debido a que el asfalto de muchísimas calles y avenidas presenta, incluso desde hace décadas, grandes baches y huecos que parecen cráteres a los que ninguna autoridad parece prestar atención. No importa si se trata de vías locales o metropolitanas.

Los conductores denuncian cada día que, en ambos casos, es necesario andar con cuidado para que sus unidades no queden atascadas en estas trincheras, que de paso están entre las principales causas de los intensos embotellamientos de la ciudad y, más peligroso aún, de accidentes que pueden resultar de gravedad.¿Por qué las calles siguen en tan lamentable estado? ¿Quién es responsable de dar mantenimiento a estas golpeadas vías? Los peatones y conductores se lo siguen preguntando.

Al menos en el papel, las competencias sobre quién debe atender las pistas están bien definidas. El abogado Julio César Castiglioni, experto en derecho municipal, precisó a este diario que las vías de la ciudad están divididas en dos grupos: las metropolitanas y las municipales.

Las primeras, como las avenidas Javier Prado, Brasil, Arequipa, Paseo de la República, entre otras, son competencia de la Municipalidad de Lima. Las otras, más pequeñas y de menor tráfico, son responsabilidad de las comunas distritales. Si la diferencia está clara, ¿por qué las pistas lucen como una zona de guerra? "Se debe a dos causas: las autoridades no cuentan con los recursos necesarios, o simplemente son descuidadas.Esta situación viene de décadas atrás", expresó Castiglioni.

Aparentes obstáculos

Al respecto, el presidente de la Asociación de Municipalidades del Perú (Ampe) y alcalde de La Molina, Álvaro Paz de la Barra, señaló que la ejecución de obras de construcción y mantenimiento de vías se dificulta por el bajo presupuesto con el que cuentan los municipios.

"El presupuesto por concepto de Foncomun, que el Estado nos da cada año, es insuficiente porque es destinado a la conservación de las pistas, pero también a diversos proyectos de inversión. La Molina, por ejemplo, solo recibe S/3 millones cada año", precisó.

Recordó que la cifra puede ser mucho menor y que muchos municipios de Lima fueron dejados prácticamente en la quiebra. Paz de la Barra dio a conocer que, en su calidad de presidente de la Ampe, viene impulsando una autonomía tributaria de las municipalidades, para contar con mayor presupuesto y mejores oportunidades de crecimiento. "Lo que buscamos es que ese 8% que los usuarios pagan de impuestos en los grifos de la ciudad, y que ahora va a la Sunat, se quede directamente en cada distrito. Así podríamos tener hasta S/12 millones, que irían directamente a la ejecución de obras en las vías", resaltó.

Con esta autonomía, además, los alcaldes distritales podrán atender las vías metropolitanas que están dentro de su jurisdicción, en las que ahora no pueden intervenir por un tema de jurisdicción. "Así habría mejoras sin esperar a Lima, que actualmente no cuenta con presupuesto, porque Emape, que se encarga de mantener las vías metropolitanas, ya perdió los peajes. No tiene fondos", señaló.

Paz de la Barra informó que esta propuesta se tramita directamente con la Presidencia del Consejo de Ministros. Además, señaló que será presentada a través de una iniciativa legislativa ante el nuevo Congreso, que se elegirá en enero del 2020.

Medidas superficiales

Ya sea por el bajo presupuesto o descuido de los alcaldes, lo cierto es que las autoridades no vienen realizando el mejor trabajo en las vías de la ciudad. El Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) indicó que las pistas siguen dañadas porque solo se parchan sus baches y huecos, como una medida pasajera y de corto plazo. Además, señaló que las nuevas vías no se construyen como deberían. "La superficie parchada solo va a durar seis meses, como mucho. Además, varias municipalidades aplican capas asfálticas de solo una pulgada, cuando deberían ser de cuatro, para evitar que colapsen", opinó.

El CIP informó que la reparación de un kilómetro de pista de siete metros de ancho puede costar unos $500 mil. No obstante, las municipalidades invierten en promedio $50 mil. Una pista bien atendida, señaló la entidad, puede durar hasta 15 años en óptimas condiciones.

Para aclarar estos puntos, Correo se comunicó con algunos municipios de la ciudad. Solo los de Lima, La Victoria, Jesús María y La Molina señalaron que vienen ejecutando planes de recuperación integral de sus vías, a pesar de que en algunos casos las gestiones anteriores les heredaron hasta el 70% de sus vías en pésimo estado.