En diálogo con Correo, el abogado Luis Quispe Candia, experto en temas viales, analiza el panorama del transporte concesionado por el Estado, luego del ataque criminal que sufrió un bus del Corredor Rojo, el último viernes en el distrito de Ate.
¿Cuál es la situación de la seguridad en el transporte?
El transporte, lamentablemente, es un sector muy vulnerable. Inicialmente se mostraba vulnerable el transporte tradicional porque estas empresas recaudan el dinero todos los días. Pero el hecho que se ha suscitado el día de ayer (viernes) ya disparando a un bus del Corredor Rojo, creo que está poniendo evidencia de que la delincuencia está avanzando y las organizaciones delictivas están mejor organizadas y pareciera que están marcando la hegemonía en determinados sectores y territorios. El hecho de que hayan atentado contra este bus del Corredor Rojo podría ser el inicio de extorsiones a la empresa operadora. Pueden, por supuesto, atemorizar al conductor, inclusive matar al conductor, o pasajeros, pero la extorsión va a estar dirigida a los dueños de las empresas.
¿Este tipo de ataques también se podrían dar en el Metropolitano?
Claro, fácilmente, porque la delincuencia se ha desbordado. La delincuencia no guarda el mínimo respeto ni por la Policía ni por la ciudadanía ni por la vida. Para ellos es exactamente lo mismo, actúan realmente con impunidad.
¿Qué medidas se pueden aplicar contra este fenómeno?
Yo había señalado muchas veces la necesidad de implementar cámaras de seguridad en la ciudad. Somos la única ciudad capital que no las tienen. Santiago, Bogotá, otras ciudades, ya las implementaron. Lo que tenemos son cámaras de los vecinos, que registran cuando ya un hecho está consumado. No se necesita más policías. Se necesita cámaras con tecnología de reconocimiento facial.
El gobierno apostó por un estado de emergencia… ¿Ha tenido impactos contra la extorsión en el transporte?
Ninguno! El estado de emergencia no ha cambiado absolutamente nada. Se han seguido cometiendo los mismos delitos, y cada vez de forma más gravosa. Hace tiempo se tuvo que implementar las cámaras de seguridad.
¿Cree que la afluencia de pasajeros en los Corredores se reduzca por el ataque?
Tal vez no, pero de todos modos ya no hay seguridad. Cualquier vehículo de transporte público podría ser atacado. Los delincuentes han demostrado que pueden atacar a cualquier hora del día. Antes de esta ola criminal, ya había asaltos en los buses. Los delincuentes se subían y arrebataban las pertenencias de los pasajeros. Ahora van a matar directamente, con el propósito de extorsionar.
¿Es viable que policías sean destacados a los buses de los corredores y Metropolitano para garantizar la seguridad?
Eso va a tener un costo. Solamente en el Metropolitano son 554 buses, entre alimentadores y troncales. Los corredores Complementarios tienen 875 buses. Pues ahí estamos hablando más o menos de casi 1500 buses. Se necesitaría por lo menos para dos turnos 3000 efectivos policiales. ¡Es imposible! El ministro de Transportes y Comunicaciones (Raúl Pérez Reyes Espejo) dijo, tras el primer atentado contra un conductor de transporte público, que iban a poner cámaras en todos buses. Hasta donde sé, no se ha colocado ni una.
Los Corredores anunciarán medidas tras el ataque. .. ¿Podría ser un paro?
No, lo creo. No, no tienen por qué perjudicar a la población, Paralizar el servicio es atentar contra la ciudadanía. Como empresa, ellos tienen la obligación de cuidar a los pasajeros, conductores y a sus operadores. No necesariamente recurriendo a policías en cada bus, porque si se otorga ese derecho, también lo reclamaría el Metropolitano y las otras empresas de transporte.
¿Los operadores deberían contratar seguridad privada para sus unidades?
Claro. Deberían hacerlo si está a su alcance. Pero aún así, igualmente ese servicio no va a ser tan eficaz porque es exactamente como tener un vigilante en la puerta de un banco. Con vigilante y todo, se cometen asaltos a los bancos. No es ninguna garantía. Podría ser disuasiva, pero no es la solución.