Redacción Diario Correo

Sin dudarlo, una anciana de 66 años, madre de siete hijos, se puso en manos de los especialistas del Hospital de Lima Este-Vitarte del Ministerio de Salud para que le salvaran la visión que cada día disminuía y, de esta forma, ver crecer a sus nietos y mirar con claridad a su esposo, y ella no se equivocó.

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Los médicos le extirparon un tumor del cerebro, vía endoscópica (por la nariz), sin la necesidad de abrirle el cráneo, lo que constituyó la primera vez que se realiza esta técnica menos invasiva en este centro hospitalario de referencia nacional, informó la directora general, Sheila Fabián Ortiz de Mateo.

“La paciente presentaba un adenoma de hipófisis, que es un tumor benigno. En la cirugía, que ha sido un éxito, trabajó un equipo multidisciplinario, altamente capacitado, de los Servicios de Neurocirugía, Otorrinolaringología, Anestesiología y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), y ahora podemos ver su recuperación. Hemos evitado la pérdida de la visión”, precisó.

¿Pero qué llevó a la paciente a acudir al HLEV? La ama de casa, Cirila Vargas Sánchez, vecina de la Asociación Provivienda Fortaleza de Vitarte, en los últimos meses aquejaba fuertes dolores de cabeza (cefaleas) y su visión del ojo izquierdo disminuía cada día, lo que obligó a sus hijos a llevarla de urgencia a un centro médico particular. Luego de realizarle diversos exámenes le diagnosticaron el referido tumor cerebral.

Operación compleja

Debido a los bajos recursos económicos de la familia, que no podían cubrir una operación en un centro privado, la sexagenaria fue referida por su posta al Hospital de Lima Este-Vitarte e hizo uso del Seguro Integral de Salud (SIS). Desde el primer día la atendió el Dr. Segundo Ríos, coordinador de Neurocirugía y, tras la coordinación con los Servicios de Otorrinolaringología y Anestesiología, se planifica la fecha de la cirugía conjunta, que duraría unas cuatro horas.

“La complejidad de este tumor es que estaba ubicado dentro del cerebro, cerca de venas, arterias y estructuras importantes. Si no se operaba a tiempo, la paciente podía perder la visión de manera progresiva e irreversible. Para llegar al tumor, realizamos un estudio y nos pareció que la mejor forma era por vía nasal endoscópica. Felizmente, la paciente se recupera sin complicaciones”, explicó el neurocirujano.

Por su parte, doña Cirila Vargas, desde la cama del hospital, ya de salida, agradeció a todos los médicos y personal asistencial por “devolverme la vida”. Ella cuenta las horas por regresar a su hogar y estar junto a su esposo Eusebio Huamán Medina, un curtido mototaxista, hijos (que se dedican a la venta de pescado) y nietos. “Las manos de los doctores del hospital y la gracia de Dios permitieron que me recupere”, señaló.

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