¿Qué pasa por la mente de una mujer que escucha, de su médico, que ha sido diagnosticada con cáncer de seno?
Mutilación o muerte son, probablemente, las dos palabras con las que relacionará a esta enfermedad. Esto se debe a que, hoy en día, el cáncer de mama es la segunda causa mortal por males oncológicos en la mujer peruana. Un terrible panorama, tomando en cuenta que las personas que acuden al médico lo hacen cuando se siente mal y no para hacerse algún chequeo de rutina. Preocupado por esta situación, el médico mastólogo Milko Garcés ha publicado “El libro rosa. Mitos y verdades sobre el cáncer de mama y cómo afrontarlo” (Planeta, 2018), que responde las diversas dudas y temores sobre este mal.
¿Qué lo motivó a escribir este libro?
Quería desmitificar la enfermedad, porque las mujeres llegan al consultorio llenas de incertidumbre. No saben qué hacer, a dónde ir, en quién creer y qué les espera. Hay cosas que no son verdad y era necesario aclararlas. Muchas veces, el tratamiento que reciben es más sencillo de lo que se esperaba. Tampoco hay mucha información en el mercado y el tratamiento para el cáncer de mama ha mejorado en los últimos tiempos. La gente cree que solo existe la mastectomía, que es la cirugía donde se saca la mama, pero en realidad hay diversas intervenciones.
En su publicación se menciona que no hay un solo tipo de este cáncer...
Así es. Son diversos tipos de tumores que responden a diferentes clases de tratamientos. Un cáncer de mama no necesariamente es igual a otro. Algunos responden a un tratamiento hormonal, otros solo a quimioterapia, por eso es importante saber qué tipo de tumor estamos tratando.
¿Existe un protocolo de diagnóstico para el cáncer de mama?
Sí, hay diferentes formas de diagnosticarlo. Todo depende de cómo se está presentando. Cuando se tratan de tumores que se pueden palpar, se hace una biopsia por aguja; pero otras veces solamente se ven por mamografías, porque los pacientes tienen microcalcificaciones, o por ecografía. Es por ello que hay protocolos diferentes, porque las presentaciones del cáncer de mama son así.
¿Y a qué se debe esto?
Porque genéticamente somos distintos. Por ejemplo, si una mujer tiene cuatro hijos, ninguno será igual al anterior. Un tumor es genéticamente distinto y por eso responde a diferentes tratamientos.
¿Por qué los tumores en mujeres menores de 40 años son los más agresivos?
Porque generalmente estos no responden al tratamiento hormonal; es el 20% que no se alimenta de hormonas ni estrógenos. Una cosa es saber qué tan grande es el tumor y otra qué tan agresivo es.
¿A partir de qué edad se debe realizar un chequeo?
Antes se decía que a partir de los 40 años; sin embargo, las mujeres jóvenes tienen mamas más densas, más difíciles de evaluar. En la actualidad, contamos con mamógrafos más sofisticados, digitales, 3D, pero lo más importante es una buena historia clínica. El 20% de los tumores no se ven en una ecografía porque están en zonas complejas. Por eso, es sumamente importante realizarse un autoexamen todos los meses, una semana después de haber iniciado la regla.
Un tumor no es sinónimo de cáncer...
Sí, la gran mayoría de tumores no son cáncer. Un tumor es un tejido diferente. Por ejemplo, un hematoma es un tumor de sangre, porque es la sangre que salió de los vasos sanguíneos. Hay tumores benignos que también se deben operar.
¿Un tumor benigno se puede convertir en maligno?
No. El problema es que algunos tumores que parecen benignos no lo son, por eso es que inicialmente pueden parecer buenos, pero con el tiempo nos damos cuenta que son malos.
¿Existen mitos que debamos sacar de nuestra mente respecto al cáncer de mama?
La mamografía se puede hacer antes de los 40, no hay ningún problema, no emite mucha radiación. Sí se puede hacer una biopsia de la mama y esto no hace que el cáncer crezca. Los golpes en la mama no producen cáncer ni los sostenes, como tampoco el uso de métodos anticonceptivos hormonales o el desodorante. Es importante la biopsia para iniciar un tratamiento adecuado.