Eduardo Ticona, director de la Clínica UNSMSM (Universidad Nacional Mayor de San Marcos) y su hijo médico Carlos Ticona, ambos infectógolos, están a cargo de los ensayos clínicos de fase 3 de la vacuna contra el COVID-19 desallorada por el laboratorio chino Sinopharm.
Cuatrocientos voluntarios ya se han acoplado y afortunadamente ninguno a presentado reacciones adversas. “No pasan más de dolores, cansancio que es propio de las vacunas sea cual fuera”, dijo Eduardo Ticona en declaraciones para América Televisión.
Padre e hijo celebran el Día de la Medicina Humana Peruana de manera especial enfrentándose a una pandemia como lo hizo el mártir Daniel Alcides Carrión, quien también fue estudiante de San Marcos, como lo fueron ellos.
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“No hay mejor cosa que celebrarlo junto a paciente y celebrar su recuperación”, explicó Carlos. Eduardo Ticona combatió al cólera a inicios de los años 90 y su hijo al dengue en la selva peruana. “Hay confianza en cómo nos cuidamos, sabemos lo que tenemos que hacer”, aseguran.
“Mi padre ha sido no solo maestro en la Universidad, también lo ha sido en casa y en lo que es la vida”, dijo Carlos.
Pronto los resultados de los ensayos clínicos realizados en la clínica de San Marcos estarán listos para que otro grupo de investigadores puedan evaluar si estos son suficientes para la producción de la vacuna.