Los residentes de la quebrada Caros en Lurigancho-Chosica se ven compelidos a tomar medidas drásticas ante la amenaza inminente de deslizamientos de tierra. Dado que la maquinaria pesada no puede acceder a la zona, los habitantes están abordando la situación de manera manual.

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La preocupación se intensifica con la llegada de las lluvias, ya que existe el temor de que los deslizamientos de tierra puedan ocasionar daños adicionales. En 1997, se registró un incidente similar que resultó en la destrucción de una retroexcavadora.

Las estructuras diseñadas para contener las rocas están saturadas, y se ha identificado daño en la estructura de cemento de una de ellas. Los miembros de la comunidad están dedicando sus esfuerzos a transportar manualmente cemento para llevar a cabo las reparaciones necesarias.

El alcalde de Lurigancho-Chosica está liderando acciones para fortalecer las defensas ribereñas con el objetivo de salvaguardar a la población. No obstante, la complejidad de estas labores se agrava debido al aumento en el nivel del río Rímac.

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