El feminicida confeso Fabricio Villavicencio Bravo, de 24 años, contó a los agentes de la División de Investigación de Homicidios que su pareja Jhailene Widaliz Romero Ambicho, de 22 años, estaba embarazada y le exigió que abortara, pero ella se negó. La víctima luchó con todas sus fuerzas para salvar al bebé que llevaba en su vientre y por su vida; sin embargo, terminó estrangulada, de acuerdo con la necropsia de ley, informó la Policía Nacional.
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Villavicencio, tras su captura y confesión preliminar a los detectives de la referida unidad, se contactó con su padre por celular. “Yo estoy preparado para lo que va a pasar. Yo solo quiero que a la niña nunca la dejen sola”, le dijo.
El sindicado feminicida regresó anoche a la escena del crimen, en la vivienda ubicada en la calle Guyana 180, departamento 1, en la urbanización Los Laureles, en Chorrillos. Ahí relató a los detectives de la unidad especializada cómo cometió su crimen. Los peritos de laboratorio de criminalística realizaron la prueba con el reactivo luminol para encontrar evidencias de sangre.
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Según señaló la fuente policial, el 30 de octubre Romero sostuvo una discusión con Jhailene Widaliz Romero Ambicho luego que este le exigió que ella aborte al segundo hijo que esperaba. La situación se tornó violenta y acabó con la vida de su pareja. Permaneció dos días con el cadáver y el 1 de noviembre lo abandonó detrás de unas rejas de seguridad instaladas en la avenida Separadora Agroindustrial, en el sector 6, grupo 9, en la urbanización Magisterial, en Villa El Salvador.
La Policía capturó a Romero luego de que interpusiera una falsa denuncia de la desaparición de la madre de su niña en la comisaría de Chorrillos.