"La desnutrición es un problema de todos"
"La desnutrición es un problema de todos"

Si bien los niveles de desnutrición crónica en el Perú se han reducido en 19% en los últimos 20 años, y somos uno de los países de América Latina con mayor reducción porcentual, aún hay alrededor de 600 mil niños que padecen este problema de salud a nivel nacional. Aunque se podría creer que la solución está en dar alimentos a las personas afectadas, la verdad es que para reducir los índices de desnutrición se necesita de una adecuada educación nutricional y buenos programas sociales vistos a largo plazo. Así lo manifiesta el peruano Miguel Barreto, quien asumió hace poco más de un año la dirección regional para América Latina y el Caribe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Qué es el PMA?

Es la agencia humanitaria más grande del mundo. Tiene presencia en 75 países y llega a cerca de 90 millones de personas. El PMA no es solo el brazo alimentario de la ONU, sino que además es su brazo logístico y de comunicaciones. Tenemos una presencia muy activa en zonas de emergencia, sea por desastres naturales o por conflictos creados por el hombre.

¿Cuál es su presencia en América Latina (AL)?

Estamos en once países. Nuestra intervención está más dirigida a apoyar las políticas públicas y brindar asistencia técnica y capacitación a los países que lo solicitan, aún así mantenemos niveles de actividad de entrega de alimentos o entrega de bonos y cupones para alimentos. La ayuda llega a 5.5 millones de personas de manera directa.

¿Cómo se financia?

Es una agencia financiada voluntariamente. En el 2014 superó los $5600 millones y para el 2015 los estimados son de $7800 millones. La capacidad financiera está dada por los donantes internacionales con alimentos o dinero, fondos del sector privado y el aporte de cualquier ciudadano común y corriente.

¿Cuál es el aporte que dan al Perú?

En los últimos 50 años, el PMA apoyó al Perú con programas de ayuda alimentaria hasta el 2007. A partir de ese año lo que hacemos es apoyar los programas sociales y brindar soporte técnico. Por ejemplo, en Ventanilla se redujo en 18% el nivel de anemia con la educación nutricional y de acceso a alimentos locales de alto contenido proteico y de hierro como el hígado y la sangrecita.

¿Qué opinión tiene del programa Qali Warma?

Es un programa con una estrategia muy bien definida, con un nivel de cobertura bastante amplio y que es muy eficiente en su ejecución. Pero, como cualquier programa social en cualquier parte del mundo, requiere de algunos mecanismos de mejora, particularmente en el control de los proveedores, en la posibilidad de involucrar a pequeños productores que se puedan beneficiar del mercado que otorga un programa social, y en la necesidad de promover un monitoreo y evaluación para ver el impacto que tiene y así evitar poner en riesgo el programa a largo plazo.

¿Qué hace el Perú para reducir la desnutrición?

Creo que hay un avance notable en términos de reconocer los temas de desnutrición y de abordar la nutrición desde los primeros años de vida. Es fundamental un pacto político para no descontinuar los programas sociales a largo plazo, y corregir donde se deba corregir.

¿Y qué le falta?

Nos falta reconocer que el tema de la desnutrición crónica y de la obesidad infantil es un problema de todos y no solo del Estado. Debemos participar en mejorar los niveles de educación nutricional. El hambre oculta se debe a dos elementos: la falta de micronutrientes adecuados y la escasa capacidad para poder educar adecuadamente a las familias, madres y niños de lo que deben comer y cómo deben comer. Hay que combatir de manera conjunta la desnutrición crónica desde la etapa de 0 a 3 años.

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