Hermano de comunicadora: "“Aleida murió por el frío, acurrucadita”"

“Murió por el frío. Estaba acurrucadita y lejos de donde hallaron al ingeniero”. Las palabras son de Luis Idrogo Mendez, hermano de la comunicadora de Río Blanco que no sobrevivió a la inclemencia del clima de la montaña.

La voz de este curtido hijo de Cochabamba, la tierra natal de su familia, se quiebra a ratos por la insondable tristeza.

Cuando le dieron la noticia, una lágrima bañó su mejilla, de las miles que derramó en los últimos días en espera de que su querida Aleida aparezca radiante, risueña y llena de vida como era ella.

“Ya está muerta. Ya terminó todo. Ahora solo queda agradecer a las rondas, a los rescatistas y a todos los que nos acompañaron en esta tragedia”, declaró en las afueras del hotel donde la minera lo hospedó mientras duró el trance del rescate de su hermana.

Esperó hasta el final. Él, como los familiares de Orlando Pastrana Quezada y Segundo Manuel Tacure Saavedra, tenían la esperanza de que los rescatistas la encontraran todavía con vida.

Alimentaban esa ilusión el hecho de que su hermana había nacido en una zona casi con las mismas condiciones a las del ande piurano, además de su gran fortaleza física y espiritual que la hacían salir bien librada hasta de la peor empresa.

También porque había sido la única que Manuel Herrera dejó con vida allá en las alturas de Ayabaca, en Piura, cuando decidió bajar por su cuenta para ir por ayuda.

Luis se enteró de lo ocurrido por los medios de comunicación, después que una congresista decidiera twitear la noticia y matar de golpe las ilusiones de los familia que todavía esperaba un milagro.