Cinco casos de feminicidio remecen a Piura
Cinco casos de feminicidio remecen a Piura

Escrito por Guisella Lachira

Los casos de feminicidio se elevan a cinco en la región , tres de ellos, en medio de la emergencia sanitaria originada por la pandemia del COVID-19, que ha elevado las cifras de violencia contra la mujer y menores de edad en la región. El último caso se registró la madrugada de ayer en el distrito de Catacaos, donde una joven mujer de 23 años falleció, presuntamente luego que su conviviente la agrediera y ocasionara una lesión interna.

MUERTE EN CATACAOS 

El lamentable suceso que deja en la orfandad a dos menores de 4 y 2 años ocurrió ayer, pasada la medianoche, en la vivienda situada en la calle Cruz Verde, en la manzana F1, lote 02 del centro poblado de Simbilá. Mercy Greis Ruiz Matías (23 años), fue encontrada muerta, acostada en su cama, por sus familiares, luego que su conviviente José Jaime Castro Raymundo (30) alertara del suceso.

Al lugar acudieron detectives de la comisaría de Catacaos, quienes por las contradicciones de Castro Raymundo y la declaración de una hermana de la fallecida, procedieron a intervenirlo; mientras que agentes de homicidios de la Divincri y peritos de criminalística realizaron las pesquisas.

Ya en la sede de la Divincri, el acusado negó haber golpeado a su conviviente y refirió que ella se cayó al piso y se golpeó la cabeza en el suelo; sin embargo, la necropsia practicada a la víctima determinó como causa de la muerte, un traumatismo abdominal cerrado, ocasionado con un objeto contuso que le provocó una hemorragia interna masiva.

El intervenido, además, tiene dos denuncias en la comisaría de Catacaos, por violencia familiar, la última ocurrida hace seis meses. “Una hermana declaró a la Policía que la víctima le alcanzó a decir, antes de morir, que lo que le había ocurrido era culpa de su conviviente”, comentó una fuente policial.

El jefe de la Divincri, Walter Castro, mencionó que el detenido admitió la violencia que ejerció anteriormente, pero negó haberla matado.

CASOS EN EL AÑO 

El 20 de enero, Yndaura Aguilar Guerrero (46), fue asesinada de 96 puñaladas presuntamente por su exconviviente Gamaniel Peña Córdova (53), en el distrito de Frías (Ayabaca). Luego de 6 meses, la policía detuvo al acusado.

En el mes de febrero, Lucero del Pilar Camacho More (25) fue encontrada muerta en su vivienda en la provincia de Sullana. Según la Policía, la víctima presentaba signos de agresión y estrangulamiento y fue tipificado como un caso de feminicidio.

El 17 de mayo, en plena cuarentena por la pandemia, Iris García Ramírez (35) fue hallada muerta con varios cortes en una chacra en el distrito de Chalaco (Morropón). Finalmente, este mes, el cuerpo de Allison Olivos Ruiz (21), quien había sido reportada como desaparecida en Talara, fue encontrada enterrada y con signos de estrangulamiento y violencia. Su expareja Wilfredo Rony Arcela Zapata (23), habría confesado el crimen.

VIOLENCIA

El coordinador regional del Centro Emergencia Mujer del Ministerio de la Mujer, Carlos Arcaya, precisó que solo en el mes de julio se han registrado 2,208 casos de violencia contra la mujer; mientras que en la cuarentena ocurrieron 597 casos y antes de la emergencia sanitaria por el brote de la COVID-19 se tenía 1,688 reportes.

Añadió que tras la aparición de los casos de violencia contra la mujer o feminicidios, los equipos multidisciplinarios del CEM actúan asistiendo a las víctimas o familiares de estas con ayuda legal y psicológica.

“Trabajamos desde lo que es la prevención con talleres y capacitaciones, que no solo incluye a instituciones sino a la sociedad civil; y formamos líderes solidarios para que sean nuestros principales aliados”, dijo Arcaya.

Por su parte, la psicóloga Rosita Cornejo expresó que la salud mental era un tema olvidado y descuidado a nivel nacional; situación que se ha exacerbado con el confinamiento y la crisis por la pandemia del COVID-19, que genera mayores casos de violencia y feminicidios.

“La pandemia ha generado una situación anormal. Si antes de la emergencia había agresores en el hogar, los casos han aumentado por toda la situación que se vive y terminan en feminicidios, que en muchos de los casos, los agresores son como una “olla de presión” que revienta, pero lamentablemente esta “olla” está hirviendo desde hace mucho tiempo y no se identificó”, comentó.

Agregó que los casos de estrés y ansiedad se han triplicado, y estos mismos genera problemas en las familias, que deben ser atendidos de manera inmediata para evitar que las víctimas aumenten.

“La incertidumbre de lo que pueda pasar es normal, pero si ello afecta la carga emocional que hace entrar en depresión, se debe actuar”, finalizó.

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