Dos hechos acapararon la atención de todo el país

Esta semana, la atención de gran parte del país estuvo sobre Piura, aunque fue por dos hechos lamentables. Uno de ellos es la brutal agresión a una mujer por parte de su pareja en los exteriores de un hotel.

El otro es el drama que viven los familiares de los trabajadores de la empresa minera Río Blanco desaparecidos en las montañas de Ayabaca. Uno de los cuerpos todavía no es rescatado y varias interrogantes en torno al caso siguen sin respuesta.

INDIGNACIÓN. A mitad de semana se difundió el video con la golpiza que le propinó Luis Ángel Piscoya Pérez (30) a su pareja Misui Rosalía Chávez Sandoval (26). Las imágenes causaron indignación a nivel nacional y recordaron un caso similar sucedido el mes pasado en Ayacucho.

La salvaje agresión, que pasa a engrosar los índices de violencia contra la mujer, se dio en los exteriores del hotel “William”, ubicado en el asentamiento humano Consuelo de Velasco en Piura. El hecho acaparó la atención de los ciudadanos de a pie y de las autoridades del Gobierno Central no solo por la brutalidad del agresor, sino también porque el atacante quedó libre por obra y gracia del Ministerio Público.

En el video, grabado por las cámaras del hotel, ser observa a Luis Piscoya arrastrar de los cabellos a Misui Chávez, quien estaba desnuda. El sujeto no dudó en propinar puñetazos y patadas a su víctima ante la mirada atónita de otras personas, que no intervinieron porque el atacante portaba una supuesta arma de fuego.

Aunque la Policía lo detuvo, la Fiscalía lo dejó ir y recién cuando salió a la luz el video se tomaron acciones. Inclusive, la propia ministra de la Mujer, Marcela Huaita Alegre, tuvo que intervenir en el caso.

Pero fue tarde. Para cuando el Ministerio Público decidió investigar y pedir la prisión preventiva del atacante, este ya había desaparecido. Y junto a él su víctima. Hasta el cierre de esta edición no eran encontrados.

RESCATE. El otro hecho que marcó la agenda de la semana fue el drama que viven los familiares de los trabajadores de la empresa minera Río Blanco Copper. El caso se ha convertido en toda una novela que tiene para varios capítulos más.

Por un lado, se acusa a los ronderos de la zona de haber obstaculizado la labor de las patrullas que salieron al rescate de los trabajadores. Por otro, se responsabiliza a la empresa de no haberlos preparado para lo que iban a enfrentar.

El testimonio del único sobreviviente, Manuel Herrera Peña, fue fundamental para conocer que la expedición de cuatro personas salió sin mayor organización, aunque hay quienes ponen en tela de juicio su declaración. No obstante, el trágico resultado no cambia: tres vidas se perdieron por el frío.

Recién ayer llegaron a Piura los cadáveres de Segundo Tacure Saavedra y Aleida Dávila Montes, rescatados después de varios días. Mientras tanto, el cuerpo de Orlando Pastrana Quezada sigue sin ser encontrado.