“De apodo le decían “Pavo” y cuando llegaban a su picantería sus amigos decían: ¿Hay pepián? Y él contestaba desde adentro: sí, pero sin presa”. Ya sabía que lo estaban fastidiando, pero al final muy gustoso se reía de la ocurrencia.
ACERTIJO. Pero que tiene que ver este nombre con el tema a desarrollar en este espacio, pues bien, si se trata de comer un buen plato piurano como “el pepián con pavo” basta con ir a Catacaos y se chocará con una gran sorpresa.
Encontrará una picantería familiar, llamada desde hace 11 años “El Pepián” de los esposos Manuel Aquino Sandoval y Nancy Purizaca, hoy atendida por las hermanas Sandra y Sara Aquino Purizaca, quienes siguen al arte culinario de su madre, quien les dio en el gustito por la cocina desde hace siete años.
Sandra es la mayor y la encargada de preparar este suculento plato a base de pavo criollo (criado en casa) y que es una delicia en el paladar de todos los cataquenses, piuranos y turistas que acuden a este lugar. Este plato ha logrado ganar concursos gastronómicos en varios eventos.
PREPARACIÓN. Según nos cuenta Sandra Aquino, este plato se prepara a base de un aliño con cebolla, tomate, ají de color, pimienta, sal y un punto de ajo. Todo esto se fríe con el pavo cortado en presas y se agrega un poco de agua. Después de 10 minutos del hervido se le agrega el resto de agua, según la cantidad de las presas que se van a cocinar y además le agrega culantro, escabeche y pimiento rojo licuado o molido.
Cocinado el pavo, se sacan las presas aparte. Luego se disuelve la harina, que es un maíz cancha tostado en arena y molido bien fino, se disuelve de tal manera que no queden grumos, “pero eso sí, sin tapar las ollas”, sino se corta.
Luego de esto se echa a la olla y se le da vuelta durante 10 a 15 minutos, se baja de la candela y se le agrega zarandaja seca sancochada y se sirve con arroz graneado, pero ojo la presa de pavo va primero en el plato y luego se le agrega el pepián.
Algunos comensales piden este exquisito plato con zarza criolla y lo asienta con chicha de jora o clarito, aunque algunos prefieren tomarse una cerveza negra bien helada.
Para Sandra, en la preparación esta el gusto, atendiendo con humildad y con sonrisa amable para que los visitantes regresan para seguir probando las comidas criollas.