Desesperación e incredulidad vivieron ayer las familias de los distritos Castilla y Piura, ubicadas cerca del río Piura, cuando sus viviendas quedaron inundadas tras el desborde del río, el más intenso de la presente temporada lluviosa, que llegó a 3,468 metros cúbicos por segundo.
En tanto, en medio del caos, miles de personas que pasan de Castilla a Piura y viceversa por razones de trabajo, esta vez no podían llegar ni a los accesos de los diferentes viaductos, como el Bolognesi o los puentes colgantes, porque las calles estaban totalmente inundadas. Los puentes Sánchez Cerro y Cáceres fueron cerrados por las autoridades al tráfico vehicular.
El centro histórico de Piura se inundó. La plaza de armas estaba totalmente cubierta de agua, la cual llegó hasta el parque Infantil Miguel Cortés. Los centros comerciales cerraron sus puertas por temor saqueos.
INUNDADOS. El río Piura se desbordó e inundó la avenida Irazola y calles aledañas al Hospital Cayetano Heredia, en la urbanización Miraflores, donde el nivel de las aguas llegó hasta el pecho en los casos más críticos. La avenida Universitaria, detrás del nosocomio, estaba llena de aguas, que cubrían las veredas del parque y amenazaban con llegar hasta a la puerta de Emergencia.
El mismo panorama se vivió en el centro cívico de Piura, donde las aguas tomaron por asalto las calles de la Plaza Mayor, así como la avenida Grau y la Tacna. Para cientos de trabajadores no fue suficiente remangarse los pantalones. Se mojaron hasta el pecho y algunos hasta el cuello.
Cerca de la una de la tarde, en medio del caos y ante el anuncio de una nueva crecida, grupos de vecinos optaron ya por retirarse, llevando a niños en brazos, y ayudando a personas de avanzada edad, en algunos casos con apoyo policial.
Otros retiraban algunas de sus pertenencias de sus viviendas.
La inundación también alcanzó a la clínica Gabriel, una de cuyas pacientes, de avanzada edad, fue retirada a zona segura, en un colchón plástico y después en brazos, por sus familiares.
Una vecina de la calle Los Fresnos, de la misma urbanización, que se acercó al lugar, dijo: “No hay nada de prevención, pero nadie pensó que esto iba a ocurrir”.
Señaló que su casa está en parte alta, pero el agua se mete por el parque Quiñones.
Otra moradora de la urbanización quería ver que había ocurrido con su vivienda, ubicada en el sector inundado.
Un trabajador de la UNP dijo que el río se salió a la altura de la Facultad de Ingeniería Industrial, donde no han hecho una defensa ribereña y por donde construyen la nueva carretera al Medio Piura. En seguida avanzó hasta el aula Tangarara, donde se pensaba dar refugio a familias damnificadas. Después fue a Contabilidad e inundó el centro comercial Tottus.
LUIS MONTERO. La inundación también alcanzó el Idepunp, así como la avenida Luis Montero, hasta la intersección con la avenida Independencia, y seguía avanzando lentamente.
En las calles aledañas a la avenida Luis Montero, las aguas llegaron hasta el pecho. Y la Policía apoyó en la evacuación a niños y moradores de avanzada edad de la zona, incluso con un pequeño bote.
Además, la última cuadra de la avenida Independencia y la urbanización El Bosque. Y llegaba hacia el Colegio Americano.
Por el lugar, no circularon las líneas de transporte que cubren esas zonas en su recorrido.
“La UNP tiene bocatomas por las parcelas, por donde se ha salido el río e inundó el Idepunp, la avenida Luis Montero y la urbanización El Bosque”, dijo el mayor PNP (r) Jorge del Carpio Zambrano.
HOSPITAL. Al presentarse la emergencia, en las primeras horas del día, un grupo de trabajadores de la municipalidad de Castilla colocó sacos terreros al pie de la segunda cuadra de la avenida Independencia, hasta donde se desbordó el río Piura, inundando la avenida Irazola y avanzando hasta el Hospital Cayetano Heredia.
El mayor PNP (r) Jorge del Carpio Zambrano dijo que había facilitado arena de su cantera, en el Km. 4, frente a Alas Peruanas, para que se afronte la situación. Las aguas llegaron hasta una clínica de la avenida Irazola y el parque Quiñones.
ESTADIO. Numerosas personas, con sus niños, caminaban en la mañana de ayer desde las inmediaciones del Estadio Miguel Grau por la avenida Guardia Civil en dirección al puente Sánchez Cerro para pasar a Piura. Esto debido al cierre del puente Sánchez Cerro al tránsito vehicular.
Los ómnibus verdes, que vienen desde Las Lomas y pasan por Tambogrande en su recorrido a Piura, y los que del sector noreste de Castilla se dirigen habitualmente a Piura, solo llegaban hasta las inmediaciones de recinto deportivo, ante la salida de las aguas del río Piura en el lado de Castilla.
Los vehículos de la empresa Transpiura, que desde el sector sur de Castilla se dirigen al mercado de Piura, ayer llegaban hasta la avenida Ramón Castilla, cerca de Cesamica, y después retornaban por la avenida Grau, en Castilla.
Con el paso de las horas, ya no había pase por el puente Bolognesi. Los mototaxis no tomaban esa ruta por estar totalmente inundados los accesos por el lado de Castilla.
Nicolás Silva, que viene del caserío Miraflores, dijo que ya no podía regresar, porque estaba inundada toda la universidad y el caserío.