La región Piura reportó una disminución en el índice de pobreza a nivel nacional, pese a los daños que dejó El Niño Costero en el 2017.
De acuerdo con Carlos Oliva, director de la maestría en Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, para que se vea incrementada la pobreza tendría que haber habido una caída en el empleo. “Eso, con el fenómeno de El Niño Costero, no fue un efecto directo. La gente igual siguió con su empleo”, dijo.
Los indicadores de pobreza de la Encuesta Nacional de Hogares del INEI, recién publicados, también revelan que entre las regiones golpeadas por El Niño costero, solo Lambayeque sufrió un aumento en la pobreza, de 3,7 (en Cusco la pobreza aumentó en 4,8%).
El resto de regiones vio reducciones en dicho indicador: Cajamarca (-0,7%), Tumbes (-0,1%), La Libertad (-1%) y Piura (-2%).
Asimismo, Piura reportó una leve caída en el crecimiento del PBI, pero no fue de una magnitud catastrófica como para afectar directamente los indicadores.
De esta manera, diversos analistas calcularon que los efectos de El Niño Costero costarían alrededor de 1 punto porcentual en el crecimiento del PBI del año y que las regiones más afectadas por el golpe económico serían las del norte. Sin embargo, las recientes cifras revelan que esto no fue así.
Según el Instituto Nacional de Defensa Civil, el impacto económico del fenómeno de 1982-83 se estimó en US$1.000 millones (casi 7% del PBI de 1983). Por su parte, la CAF calculó que los daños del fenómeno de 1997-98 ascendieron a US$3,500 millones, más del 4,5% del PBI.
“Es posible que las familias que hayan estado en la parte vulnerable de clase media, muy cerca de la línea de pobreza se hayan visto afectadas, pero la medición no muestra eso. La pobreza ha aumentado sobre todo en la zona urbana, y es una tendencia de hace tres años, dijo el economista Hugo Perea.