La triste realidad de Piura
La triste realidad de Piura

Desde que era pequeño recuerdo haber visto a la ciudad en medio de lagunas, cada vez que llovía. Las escenas de personas cruzando los riachuelos es común en esta época de verano, que es la fecha en la que, generalmente, se registran las precipitaciones.

En algunos asentamientos la situación es peor, se forman zonas fangosas que dificultan el tránsito de los vehículos, especialmente de las motocicletas y mototaxis.

Todo esto es producto del crecimiento desordenado y la falta de planificación de la ciudad, pues durante muchas gestiones, los alcaldes han optado por lo más fácil: nivelar áreas de terreno para que la gente viva en medio del arenal. La cereza del pastel era que a los nuevos asentamientos les colocaban sus nombres o el de algún familiar. No les importaba si tenían los servicios básicos, mucho menos drenaje, para que no se inunden en la época de lluvia.

Hasta la fecha todo sigue igual, excepto la avenida Vice, donde se colocó un buen sistema de drenaje para hacer más atractiva la millonaria inversión que se realizó en el centro comercial Real Plaza.

Esa ha sido y es nuestra triste realidad. Por más que todos los años se les recuerda a las autoridades que la ciudad necesita un drenaje para que los pobladores tengan un nivel de vida digno, no han tenido la capacidad para gestionarlo y concretarlo.

Este año, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) ha prometido avanzar con los estudios del “Plan integral de control de inundaciones y movimiento de masas en la cuenca del río Piura” y el “Plan de drenaje pluvial en los distritos de Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre”, bajo el acuerdo de Gobierno a Gobierno con el Reino Unido (G2G). Por lo pronto, el 31 de diciembre del 2020 ya firmó el contrato con la empresa consultora Fichtner GMBH Co. Ltd, de origen alemán, por un monto de S/ 9’197,136. La empresa tiene que culminar los estudios en un plazo de nueve meses.

Lo único malo es que en unos cuantos meses se tendrá que elegir un nuevo presidente, que podría retrasar estas obras. Solo queda fiscalizar para que se cumpla el contrato de estos estudios y presionar al nuevo Gobierno para que se ejecuten las obras, una vez que se declare la viabilidad de estos proyectos.

TAGS RELACIONADOS