Las constantes operaciones permiten identificar medicina no apta para el consumo humano.
Las constantes operaciones permiten identificar medicina no apta para el consumo humano.

Juegan con la salud de los enfermos. Medicina vencida, adulterada, en mal estado de conservación o de dudosa procedencia es lo que vende un grupo de farmacias de la región . Para muestra un botón: el 13 de agosto pasado, en Veintiséis de Octubre, la Dirección de Regulación y Fiscalización Sanitaria (DRFS) de la Diresa Piura incautó 1280 medicamentos nocivos en la botica Artículos Médicos JIAL, tal como detalla una de las actas de intervención a las que Correo tuvo acceso.

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Este no es un caso aislado. Desde el año 2022 hasta agosto de 2024, la DRFS reporta 80 infracciones similares, principalmente en los distritos de Veintiséis de Octubre, Piura y Castilla.

La policía incautó ibuprofeno, paracetamol, ciprofloxacina y dexametasona adulterados; y amoxicilina y claritromicina de dudosa procedencia.

Otros productos intervenidos también son el Cytotec, que se ofrecía abiertamente al público sin receta médica, así como el fentanilo, que es una droga que se usa como analgésico y que algunos locales lo vendían caducado.

Las autoridades de Salud también detectaron productos adulterados como Vick Vaporub, Panadol antigripal, Nastiflu, Chao y Gravol. Asimismo, encontraron productos en mal estado de conservación, como el diclofenaco y dexametasona en ampollas inyectables, además de varios productos naturales y antigripales sin registro sanitario.

La botica JIAL ya había sido objeto de sanciones previas. En una inspección anterior realizada el 19 de mayo de este año, la DRFS detectó productos con observaciones sanitarias críticas, lo que provocó la clausura temporal del establecimiento. A pesar de la sanción impuesta, el local reabrió sus puertas, ignoró las advertencias y continuó vendiendo medicamentos.

Al descubrir que la botica seguía operando sin cumplir las sanciones, la DRFS, en colaboración con la Policía y la Municipalidad Distrital de Veintiséis de Octubre, ordenó su cierre definitivo el 13 de agosto y le impuso una multa de 5150 soles.

PELIGRO LATENTE

El decano del Colegio Químico Farmacéutico de Piura, Luis Ñaño, advierte que el consumo de fármacos vencidos o adulterados puede tener consecuencias extremadamente graves, que van desde reacciones alérgicas severas hasta un paro cardíaco. Además, señaló que en el caso de antibióticos o tratamientos para la hipertensión y la diabetes pierden su efectividad si no se conservan adecuadamente, lo que puede agravar la condición del paciente.

También destacó que los productos inyectables manipulados o expirados son especialmente peligrosos, ya que pueden provocar reacciones graves o incluso la muerte.

Los medicamentos como antibióticos, antihipertensivos, antidiabéticos y estupefacientes deben ser vendidos únicamente bajo la prescripción de un profesional de la salud. En caso de incumplimiento, la sanción impuesta al establecimiento es de una UIT, equivalente a 5150 soles, de acuerdo con las regulaciones de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid).

Estos centros farmacéuticos, al no cumplir la normativa sanitaria, se enfrentan a severas sanciones que pueden ser de tipo administrativo y/o penal.

Una sanción administrativa puede  llevar al cierre temporal o definitivo del establecimiento si este no tiene una licencia de funcionamiento sanitario o no cuenta con un químico farmacéutico registrado ante la Dirección Regional de Salud.

Las sanciones penales se aplican cuando el local farmacéutico vende medicamentos adulterados, vencidos o de contrabando, lo que puede dar lugar a investigaciones conforme a la normativa jurídica vigente. Además, incluye multas económicas estipuladas por la ley N° 29459.

El jefe del área policial fiscal, Erick García, explica que estas acciones buscan proteger la salud pública de la población.

El decano del Colegio Químico-Farmacéutico, Luis Ñaño, reveló que en recientes operaciones también se detectó que algunas boticas manipulan medicamentos para ocultar su origen. En ellas se encontraron productos con el rotulado adulterado y los logotipos del Ministerio de Salud borrados. Estos establecimientos utilizan ácido, lejía y otras sustancias para eliminar las fechas de vencimiento y las características que deben identificar al medicamento.

Esta nota ha sido elaborada por estudiantes de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura. Colaboraron: Silvia Mogollón Campos, en redacción; Bruno Fabrizio Alva Bayona y Kimberly Brigann Mlodzek Tello, en investigación y María Rosario Andrade Palacios, en fotografía.

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