En su local ubicado en la calle José Olaya 204 de la urbanización Miraflores de Castilla, en la región Piura, encontramos a doña Lidia Vega Vda. de Olaechea, una señora de 92 años que ha logrado sacar adelante a su hijas con la preparación de los chifles piuranos.
AYUDA. Sus hijas Patricia, Roxana y Lidia la acompañan ahora en esta tarea que se inició hace 57 años.
Aunque ya no entra a la cocina, doña Lidia está atenta para orientar a sus hijas para que los chifles no pierdan su sabor. Para ello, utiliza como ingredientes hojuelas de plátano, pero de clase hartón traídos desde Ecuador. La fritura la hace con aceite vegetal, sal yodada, cancha frita y cecina.
HISTORIA. “Cuando a los 32 años quedé viuda, tuve que buscar la forma de cómo criar a mis hijas. Para ello, concreté lo que mi esposo siempre decía de producir los chifles piuranos. Comencé comprando 100 plátanos; me levantaba muy temprano para trabajar en una pequeña cocina, posteriormente adquirí una cocina y un perol más grande”, indica Lidia Vega.
“El pregón era muy peculiar en aquel entonces y poco a poco los chifles de doña Lidia se fueron haciendo conocidos, pues eran los primeros producidos en nuestra ciudad y los llevaban a Lima, Chiclayo y Trujillo. La publicidad puesta en aquel entonces en los diarios, hizo que la producción aumentara y es que la fritura tenía un proceso muy especial”, señala la entrevistada.
CAMBIA DE NOMBRE. Ahora, a sus 92 años, aún se siente fuerte y siempre está pendiente del trabajo y les enseña a sus hijas para que preparar unos buenos chifles.
“Ahora estamos pensando en el relanzamiento del producto, que se llamará Los auténticos y tradicionales chifles piuranos de la abuelita Lidia Olaechea”, comenta muy entusiasmada.
Son muy conocidos los chifles piuranos de doña Lidia Vega, que cumplen 57 años desde su creación.
Por su ardua labor, el chifle es uno de los productos “bandera” de Piura y están en los ojos de todo el Perú.
CAMPAÑA. El chifle es uno de los productos abanderados de la campaña “Cómprale a Piura ahora”, impulsada por la Caja Piura, que busca fomentar el comercio y consumo de los productos propios de la región.
De la producción de chifles que realiza Olaechea, el 70% es para Piura y el 30% es para Chiclayo, Trujillo, Chimbote y Lima. No lo exportan porque el producto es totalmente natural y su vida útil es de tres meses.
Lidia Vega es una de las emprendedoras nata de los chifles piuranos, que durante muchos años los ha preparado y los promociona en la calle José Olaya 204, Urb, Miraflores, en Castilla.
“No solo se trata de ventas, es importante tener presencia en la región”, nos dice esta noble dama.