Lucio Seminario: un hombre con la ley
Lucio Seminario: un hombre con la ley

Escrito por: Rolando Rodrich

Nunca como con Lucio Seminario Encalada de decano, el Colegio de Abogados de Piura marcó claras distancias con un Poder Judicial al que la ciudadanía temía por corrupto. Lucio era un abogado sereno, de voz pausada y suave, sin estridencias pero de ideas claras y firmes.

SU LABOR

Nadie mejor que él conocía las idas y venidas del director y periodistas de Correo Piura en la rutinaria tarea de responder, en la Corte, a los que no les agradaban nuestras publicaciones.

“Casi todas las denuncias que ustedes tienen deberían enmarcarlas, son diplomas que dejan constancia de que han hecho bien su trabajo”, nos decía, a manera de consuelo.

En tiempos de Fujimori y Montesinos, el Poder Judicial estaba intervenido, el vocal supremo Alejandro Rodríguez Medrano permitía que jueces corruptos traficaran con la justicia siempre y cuando fueran herramientas de extorsión política.

Dos presidentes de la Corte Superior de Justicia de Piura fueron destituidos tras largas campañas de investigación periodística que tuvieron el apoyo del Colegio de Abogados, encabezados por Lucio Seminario, Colegios de Periodistas, Federación y otros gremios de prensa.


 

Muchos magistrados honestos nos hicieron saber que compartían con nosotros ese ánimo de ayudarles a deshacerse de hombres de leyes que equivocaron su rol.

En marzo último, antes de que se decrete la cuarentena y emergencia por el COVID-19, nos vimos físicamente por última vez. Fue en su oficina en la esquina de la plaza San Sebastián (Perpetuo Socorro), frente al edificio arzobispal. Fue para tratar la querella de nuestro brillante gobernador regional y su pretensión de los dos millones de soles por dañar su buena reputación. Después lo hicimos telefónicamente... hasta que, tras una intervención quirúrgica de segunda importancia se contagió de este maldito virus.

Las condiciones de la pandemia no permitirán que Lucio Seminario sea despedido con todas las honras que se merece en una profesión que tiene tanto que dar a una convivencia social sana y justa, a la que Lucio supo poner su aporte con firmeza, con paciencia, sin desentonar.

Gracias por tanto Dr. Lucio Seminario Encalada.