Comerciantes ocupan tramos de pistas situadas en cruces, lo que reduce los espacios por donde circulan las unidades.
Comerciantes ocupan tramos de pistas situadas en cruces, lo que reduce los espacios por donde circulan las unidades.

A medida que las fiestas navideñas y de fin de año se acercan, el mercado se vuelve un caos. Esta vez se pudo evidenciar un terrible congestionamiento vehicular en la avenida Blas de Atienza y diferentes jirones del principal centro de abastos de la ciudad.

Situación

Durante un recorrido, se pudo constatar una tugurización de los diferentes vehículos que ingresan por la puerta instalada en las avenidas Blas de Atienza y Sullana, siendo el mayor congestionamiento en el jirón Gonzalo Farfán, debido a que en el cruce con la avenida Mártires de Uchuraccay, un grupo de ambulantes ha ocupado parte de ambos lados de la pista, haciendo más angosto el pase por esa zona que lleva como destino a la puerta de salida situada en las avenidas Mártires de Uchuraccay y Sullana.

Los conductores demoraron entre 20 a 30 minutos en salir del jirón Gonzalo Farfán. La misma situación se vivió en otras vías del complejo de mercado.

“Si no hay el aforo necesario para los vehículos, no se debe permitir el ingreso de tantas unidades, ya que esto genera caos, sobre todo porque los ambulantes ocupan las pistas y hacen imposible el tránsito. En estas fechas de fiestas se debe tener un plan de acción”, dijo un indignado conductor.

Los comerciantes formales temen que esta situación empeore a medida que se acercan las fiestas navideñas y de fin de año. Como se recuerda, hace unas semanas, el presidente de la Junta transitoria del Mercado Modelo de Piura, Paúl Vilela Pacherrez, criticó el control de los ambulantes por parte de la comuna piurana, y además lamentó el caos dentro del mercado debido a que eso ahuyenta a los clientes.

En la víspera, el alcalde de Piura, Juan José Díaz Dios, pidió a través de un medio de comunicación la colaboración del jefe de la Macro Región Policial de Piura y Tumbes, general Carlos Malaver, para elaborar juntos un plan estratégico para combatir el comercio ambulatorio, además de mayor número de personal policial.