Piura es una de las cuatro regiones con más casos de trata de personas

El 21 de febrero del presente año, la Policía y el Ministerio Público desbarataron la presunta organización criminal denominada “Las Colegialas”, dedicada a captar en los colegios a menores de edad de entre 12 y 17 años, para que presten servicios sexuales a su cartera de clientes, en Piura. 

Esta investigación permitió conocer una de las variadas formas que tienen estas organizaciones para captar a sus víctimas, con fines principalmente de explotación sexual y laboral.

Por su ubicación estratégica, y por tener en algunas zonas con población de bajos recursos económicos, principalmente en la sierra, Piura se encuentra lamentablemente entre las cuatro primeras regiones a nivel nacional con mayor incidencia de casos de trata de personas.

Hortelia Valladolid Bran, docente y especialista en estos temas de tráfico de personas, tomando en cuenta las cifras recogidas por el Ministerio Público, en lo que va del año en el distrito fiscal de Piura se han presentado 38 casos, y en el distrito fiscal de Sullana un promedio de 12.

Indicó que los casos presentados en Piura representan casi el doble de los que se registraron el año pasado, lo que mantiene a Piura en el cuarto lugar en incidencia después de Madre de Dios, Lima y Cusco.

Según las cifras del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), basados en las denuncias hechas en el Sistema de Registro y Estadística del Delito de Trata de Personas y Afines de la PNP (RETA), de enero a mayo del año pasado se registraron 14 casos, dos menos de los que se presentaron durante todo el año 2017. En el 2016 ocurrieron siete casos, y en el 2015, 15 casos.

NUEVAS ESTRATEGIAS

“Ahora con el uso de las redes sociales se ha incrementado más la captación a los adolescentes; el “grooming”, que es el acoso virtual con fines sexuales, muy particular de estas personas. Lo otro es la seducción de personas mayores, pero ahora hay enganchadoras menores de edad, para que no sospeche la víctima”, señaló la especialista.

Añadió que otra de las formas o circunstancias que estos delincuentes aprovechan, es de la informalidad y el desempleo, “hay mucha desesperanza, los jóvenes terminan de estudiar y no hay opciones de estudio o trabajo, hay muchos ofrecimientos para trabajar en otras regiones o países, también se han incrementado los bares y las cantinas”.

NORMAS Y DISCIPLINA

“A veces pregunto por el nivel de comunicación que hay entre los escolares y los padres o adultos, y se percibe que no saben dónde ni con quién están sus hijos, o con qué ropa están vestidos, esta es una debilidad bastante, grande incluso a nivel de los colegios, no hay esa concertación o acuerdo que debe haber entre familia y escuela”, apuntó Hortelia Valladolid.

Justamente, esta sería una de las situaciones que ha aprovechado la organización “Las Colegialas” para captar a las escolares, que según la Policía, serían unas 20.

Los integrantes de “Las Colegialas” captaban a las menores de edad en el interior de los colegios, ya que varias de las reclutadoras estudiaban con ellas y les ofrecían dinero y objetos caros para que accedan a sostener relaciones sexuales con su cartera de clientes.

De esta forma lograron someter a 14 menores de entre 13 a 17 años de edad, a quienes prostituían con empresarios y profesionales que les ofrecían entre 300 a dos mil soles.

Las reclutadoras también salían con las menores en horarios de clases y las llevaban a Sullana y Las Lomas, donde eran prostituidas con supuestos traficantes de drogas, según las investigaciones de la Policía y del Ministerio Público.

Carmen Sánchez Tejada, directora de la UGEL (Unidad de Gestión Educativa Local) Piura, opinó que los padres de familia deberían dialogar por lo menos una hora diaria con sus hijos, “porque ellos los conocen mejor que nadie, si llevan un celular o un reloj que no lo pueden tener”.

Por su parte, Rosa Elena Peña, especialista de tutoría de la UGEL Piura, indicó que a nivel del sector Educación se ha emitido una directiva que permita a través de la currícula, integrar a los maestros para que realicen acciones de concientización a los estudiantes, con el fin de prevenir y descubrir la ocurrencia de estos hechos.