Varias contradicciones en las declaraciones de las tres personas investigadas, entre ellos un menor de edad, han saltado a la luz en relación con la repentina muerte de una universitaria de 17 años, ocurrida la mañana del domingo en una casona ubicada en el caserío La Mariposa, en la carretera Los Ejidos, en Piura.
De acuerdo con la carpeta fiscal del Quinto despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Piura a la que Correo tuvo acceso, hay varias contradicciones con relación al lugar, forma y otros de cómo habría ocurrido el deceso de la estudiante de Marketing y Administración del I ciclo de la UTP, Adriana Sofía S.L. (17 años).
Según las primeras declaraciones de los investigados Álvaro Gabriel Paredes Córdova, Edwin Ruiz Requejo y un adolescente de 17 años, afirmaron que a las 9:30 a.m. la occisa con el menor de edad llegaron a un local “La tribuna”, ubicado en Los Ejidos del Norte, donde estaban los dos primeros nombrados consumiendo bebidas alcohólicas, posteriormente se van a una licorería, y en este lugar a las 12:30 la universitaria se desmaya, convulsiona. Horas después, uno de los intervenidos, confesó que este deceso, había ocurrido en una casa del Medio Piura.
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Precisamente, en la declaración realizada por el adolescente que era el “saliente” de la occisa, según su misma declaración ante el personal de Homicidios de la Divincri y fiscalía, detalló minuciosamente como llegaron ambos a la casa.
“A Adriana un tal Kevin le dijo para ir a ese lugar y le pasó la ubicación, cuando llegamos no estaba Kevin, nunca llegó, estaba su amigo, Álvaro, fue quien nos permitió el ingreso...Álvaro nos invitó hamburguesas, él las preparó...me invitó vape de marihuana, a Adriana también le ofreció...seguíamos tomando y bailando hasta que ella (occisa) se queda quieta y se fue hacia atrás...era como una parálisis, se temblaba, le dio como temblor en todo el cuerpo, esto le dio entre media a una hora, la mayoría de las personas desaparecieron al ver como estaba Adriana”, se lee en la declaración del menor.
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Álvaro Paredes, aseguró que Adriana lo llamo preguntando por la dirección de la casa. “Seguramente Brayan le había pasado mi número, le conteste una llamada para decirle donde se ubicaba el lugar...les invité hamburguesas...como a las 12:00 a 12:30 Adriana se desmayó...la he colocado en la cama porque estaba convulsionando...”, afirmó en su declaración.
Aunque los intervenidos aseguraron que la menor, antes de ser trasladada al centro de salud de Los Algarrobos (1:35 p.m.), había convulsionado entre 10 minutos y media hora, según el diagnóstico del médico legista, ella no convulsionó al no presentar mordeduras en la lengua.
“La occisa no había convulsionado al no presentar mordeduras en la lengua y que el cuerpo tenía seis horas aproximadamente de data de muerte y presentaba signos de violencia, heridas, hematomas en las piernas y sangrado en la nariz”, se lee en el documento fiscal.
