Caminar por las calles de Piura se hace cada vez más difícil por la gran cantidad de polvo que levantan los vehículos. Tras las continuas lluvias, la inundación del río Piura y la destrucción de las pistas, las calles han quedado con barro y polvo.
Esto obliga a los transeúntes, conductores y pasajeros de los vehículos a usar obligatoriamente mascarillas o pañuelos.
LA REVENTA. Se pudo observar cómo en pocos minutos se desabastecieron las farmacias de la ciudad.
No fue porque los piuranos los habían adquirido rápidamente, sino porque los revendedoras acapararon la mercadería.
El precio de las farmacias es de cincuenta céntimos la unidad de mascarillas sencillas y tres soles las reforzadas. Los revendedores las ofrecían a un sol y cinco soles, respectivamente.
NUBE DE POLVO. La intersección de la Av. Sánchez Cerro con Sullana era una inmensa nube de polvo que cubría los carros y las personas que transitaban por la zona. Así como esta avenida, hay muchas que están en la misma situación, especialmente las principales arterias de la ciudad.
PROBLEMAS DE SALUD. El médico Arturo Seminario Cruz manifiesta que esta contaminación puede acarrear infección a la vías respiratorias y desde el punto biológico, el polvo puede causar problemas de fibrosis pulmonar, obstrucción bronquial, alergias y otras enfermedades obstructivas crónicas.
“Lo que la gente debe hacer es usar en forma obligatoria una mascarilla, que le cubra la boca y la nariz del polvo. Si no hay, también pueden usar un pañuelo o taparse con ambas manos que impida absorber el polvo”, señala Seminario Cruz.
En el caso del personal de limpieza pública, deben usar mascarillas más contundentes para evitar que el polvo llegue a los pulmones, ya que puede conllevar a otras enfermedades más complicadas.