Piura: Intentan restaurar la tranquilidad perdida en El Indio
Piura: Intentan restaurar la tranquilidad perdida en El Indio

Los timbales, las tumbas y su bullicio enmudecieron repentinamente. No por un “minuto de silencio”, sino por acción de los fiscalizadores municipales que irrumpieron en el local y constataron que el restaurante no era tal sino una “peña bailable” cuyo escándalo hartó al vecindario.

Del bar “El Randú”, en la calle “I” del asentamiento humano El Indio, el personal de la Municipalidad Distrital de Castilla retiró los instrumentos musicales, sillas, mesas y otros enseres luego de su clausura.

El fiscal de turno de Castilla, Hugo Colán, verificó la operación luego que en su despacho se acumularan las quejas del vecindario por el malestar que provocaba este negocio informal.

No solo se trataba de la estridencia de la música, sino también por la presencia de personas de dudosa reputación que frecuentan ese bar ubicado en uno de los sectores de la ciudad con mayor incidencia delictiva.

Esta no fue la única cantina “de mala muerte” clausurada. El municipio también intervino el “Ganso Azul”, del asentamiento humano Jorge Chávez, quien también operaba en un giro distinto al de su licencia de restaurante. De ese negocio, los fiscalizadores se llevaron incautados una antigua rocola, un televisor de plasma y otros artefactos.

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