Piura: “Los Cototos” hacían dinero con el miedo de sus víctimas

La vida de nuestra familia y la propia es lo más valioso que tenemos. El miedo a perderlas produce un terror que muy pocos sabemos como afrontarEsto lo sabían muy bien los integrantes de la organización criminal “Los Cototos”, quienes habían desarrollado un modus operandi casi infabible, en Piura. 

Desde el penal de Ancón (Ex Piedras Gordas), el cabecilla de esta banda, Yadhir Paz Chapilliquén, infundía el pánico entres las víctimas elegidas por su hermana Maryorie, quien había tomado las riendas de esta banda, tras el asesinato de Abel Paz Chapilliquén, alias “Abelito”, en manos de una banda rival.

Esta mujer y su primo César Augusto Chapilliquén Guerra (26), alias “Chepe”, que comandaba una de las facciones de esta organización, dirigían un grupo de jóvenes que “marcaban” y hacían un reglaje de sus víctimas y su familias. Los favoritos eran ingenieros o maestros de obras de las construcciones más grandes de Paita, así como a comerciantes.

PIEZA FUNDAMENTAL. A sus 26 años, Chepe se había convertido en el hombre clave en la dirección de esta “industria del miedo”. No solo era el más diestro en el manejo de armas de fuego, por eso no dudaba en ser el “puntero” en los asesinatos o intimidaciones contra los extorsionados. También era el “caña” o conductor de los vehículos en los atracos. Incluso, diseñaba los crímenes con “Cototo” y él mismo elegía a sus secuaces, a quienes pedía no tener piedad de sus “proveedores”.

MODALIDAD. Mediante llamadas y mensajes de texto, en su mayoría desde el penal, los delincuentes solicitaban entre 30 mil y 50 mil soles a los empresarios o a los responsables de obras. También pedían fuertes cantidades de dinero en dólares.

La mayoría de ellos accedía por miedo, ya que sabían su rutina y la de sus familiares. Acorralaban sicológicamente a sus víctimas, quienes en su mayoría preferían no denunciar el hecho, al sentirse expuestos a un atentado.

No obstante, algunos callaban, con lo cual “Los Cototos” iniciaban su plan “B”, que consistía en cumplir sus amenazas.

SUS VÍCTIMAS. Un caso de extorsión es la producida a la contratista Tecnohabitad S.A.C., que ejecutaba el local del Banco Continental en Paita. El mismo “Chepe” y David Carreño llegaron hasta las instalaciones de este proyecto en la avenida Junín, donde bajo el argumento de ser representantes del Sindicato de Construcción Civil “Asociación de Construcción Civil Anthony Pineda”, amenazaron con paralizar la obra si no les daban puestos de trabajo a los integrantes de este gremio. Debido a esta intimidación, se depositó 6 mil soles a una cuenta bancaria brindada por Carreño, para supuestamente “resguardar” esta obra.

LOS MARCAN. No contentos con este pago, inician las amenazas contra el ingeniero Wilmer Vite Rufino, quien trabajaba en la mencionada obra. Cuando este se encontraba haciendo diligencias en Rinconada Llícuar (Sechura), recibió una llamada donde le advierten que saben los pasos de su familia y que si no les depositaban 30 mil soles, volaría a sus hijos con dinamita . El sujeto identificado como “Franch” o “Michael”, dijo que era trujillano, le describió cuales eran los horarios y las actividades de sus familiares.

Como parte de la negociación, “Los Cototos” pidieron depositar 3 mil soles de adelanto. Sin embargo, Vite no accedió y depositó cinco soles para conocer que la referida cuenta estaba a nombre de María Gricelda Humbo Zeta, por lo que denunció a la Policía y decidió sacar a sus hijos de Paita, para evitar que les hagan daño.

El ingeniero refiere que el 4 de setiembre de 2015, a las 8 de la noche, dos sujetos a bordo de una mototaxi azul dispararon por equivocación al portón azul de su vecino, donde dejaron 4 casquillos un manuscrito con un ultimátum. Luego de unos meses, un testigo con clave dijo que un delincuente de la zona, conocido como “Venado” estaba siguiendo a la esposa de Vite.

USABAN DINAMITA. Otro caso similar es el del comerciante Pedro Chunga, a quien dos delincuentes le arrojaron artefactos explosivos en su vivienda de la manzana “R” del asentamiento Juan Valer, en Paita Baja. Luego de este hecho, la policía captura a Martín Aparicio Salazar “Apache” y Eduardo Vargas Cruz, “Eduardo”, a bordo de una moto lineal.

Asimismo, al gerente de Servicios Generales “Julia”, Armando Pasache, le piden 30 mil soles para no hacer daño a su familia.

Este hombre de negocios decidió denunciar, por lo que la Policía montó un operativo donde se captura a Roberto Paz Chapilliquén , alias “Serrano”, el cual fue reconocido por el empresario como la persona que disparó contra su vivienda. Sin embargo, el detenido fue dejado en libertad por la fiscal Eveling Mendoza Eustaquio, por considerar que no habían pruebas suficientes.

Estos casos son solo una muestra, pero tal vez los más graves permanezcan en silencio, hasta que un disparo o la detonación de una dinamita hable por ellos.