Piura: Testimonio de una enfermera que trabaja en hospital COVID-19 expone la cruda realidad del sistema de salud
Piura: Testimonio de una enfermera que trabaja en hospital COVID-19 expone la cruda realidad del sistema de salud

El testimonio de una enfermera que labora en el área de Hospitalización-UCI del hospital COVID-19 en Piura expone la cruda realidad del personal de salud que se pone en riesgo para salvar la vida de los pacientes que contraen la enfermedad.

"Soy enfermera que trabaja en Hospitalización-Uci para pacientes con COVID-19 en Piura. Amo mi profesión, me gusta ayudar a los demás, quiero y deseo seguir salvando vidas. Vivo el día a día con esos Epps con los cuáles no se puede orinar, ni tomar agua, ni comer hasta que halla avanzado mis cosas, a veces entro a las 7 a.m y salgo a las 4 o 5 p.m a almorzar empapada del sudor, mi naríz y rostro tienen la marca que la mascarilla nos deja y que además con la cuál es dificil respirar", indica.

La enfermera señaló que las deficiencias del sector salud ha originado que sus pacientes mueran, incluso, en sus brazos. Ello, teniendo en cuenta que no hay camas ni ventiladores mecánicos y, mucho menos, suficiente personal para atender a todos los infectados.

"Vivo y veo cómo las personas por las que se lucha, a las que cuido, mueren, inclusive en mis brazos, personas que antes de irse Sufren, personas que me piden en su último aliento ¡No dejarlos morir!; y no poder hacer más, porque no terminamos de conocer a la enfermedad, porque ya no hay más camas, no hay ventiladores mecánicos, no nos abastecemos, nos faltan manos, espacio, personal, y estamos en el punto de elegir quién tiene mayor posibilidad de sobrevivir y Sí créeme no escogen a los adultos mayores", agrega.

En otro momento, la enfermera agrega que ha sido discriminada por su condición de enfermera. Pese a ello, no ha renunciado a seguir en la lucha contra el coronavirus. "He llorado de la impotencia, de la pena y me frustra no poder hacer más, me da coraje ver cómo por quién he luchado tanto, fallezca en mis manos. Hago turnos de 24 horas, y a veces por falta y necesidad de personal dobleteo turnos. Fui discriminada por una persona por mi condición de enfermera (qué irónica la vida). Y sí, tengo miedo, miedo por mi familia, miedo de llevar el virus a casa; miedo de volver a ser discriminada, pero, Aquí sigo, No he renunciado antes, no lo haré ahora".

Finalmente, la valiente mujer pidió a la población a quedarse en casa y evitar así la propagación del coronavirus en la región.