Aguas Calientes amenaza anexarse a Moquegua

Un verdadero drama es el que viven los más de mil pobladores del centro poblado de Aguas Calientes, jurisdicción del distrito de Ácora, provincia de Puno. 

Sin una carretera en buenas condiciones, un puesto de salud con atención esporádica y centros educativos ideales para una óptima enseñanza; esta localidad ubicada en la frontera con la región Moquegua, no existe para las autoridades. 

Su alcalde, Hugo Cruz Antallaca, ha puesto en el tapete este grave problema y amenazó con anexarse a territorio moqueguano. Y es que la frustración es el elemento común en los habitantes de esta parte de la región Puno: en más de tres años ni el alcalde Iván Flores Quispe y menos el gobernador regional Juan Luque Mamani han emprendido proyecto alguno. 

Los docentes y personas de salud, deben ingeniarse para llegar hasta el lugar, pues, la carretera es un desastre. 

El burgomaestre contó que el año pasado, se reunió con el alcalde puneño con la esperanza de juntos emprender un proyecto de mejoramiento genético, de vías de comunicación y saneamiento básico. Después de ese encuentro, nunca más vio a la autoridad edil y los funcionarios empezaron a “pelotearlo” de oficina en oficina, un saludo a la bandera. Nada ha cambiado y la situación se torna más preocupante. 

El domingo 18 de marzo las autoridades puneñas se trasladaron hasta el centro poblado de Pasto Grande, para celebrar el carnaval y nuevamente prometer proyectos que fortalezcan la zona de frontera. Pero, hay una evidencia clara, los pobladores de esa zona, han estado vendiendo sus terrenos y son muy pocos los pobladores que habitan la zona.

El cuestionamiento del alcalde de Aguas Calientes es que nadie voltea la mirada hacia ellos, pese a que su defensa del territorio puneño ha sido férrea. Por eso junto a los alcaldes de Jilatamarca y Ayrumas Carumas, piden la construcción y mejoramiento de vías de comunicación, de lo contrario harán realidad su amenaza.