Consejeros regionales de Puno se amenazan mutuamente

No fueron suficientes los argumentos que presentó el consejero regional por la provincia de Chucuito - Juli, Eddy Uriarte Chambilla, para que la suspensión por 90 días que se le impuso sea reconsiderada por el pleno del Consejo Regional.

Al final, la decisión se llevó a votación y fue allí donde los fiscalizadores integrantes del oficialismo, votaron nuevamente a favor de la suspensión, determinación que trajo como consecuencia el airado reclamo de Uriarte Chambilla y de las autoridades juleñas que llegaron a las instalaciones del referido ente regional.

El consejero chucuiteño aseguró que su suspensión obedece a un tema de amedrentamiento. “El consejero Hernán Vilca Soncco no ha presentado ninguna prueba, esto es injustificado”, reaccionó Uriarte.

Por su parte el fiscalizador de Carabaya, Hernán Vilca, dijo que la denuncia penal que había interpuesto en su contra, su homólogo por Juli, tampoco tenía pruebas contundentes. “Aún así he sido denunciado penalmente”, argumentó.

Lo más grave es que ambos consejeros se amenazaron de traer a pobladores de sus respectivas provincias, para buscar - cada uno por su lado - que se haga justicia. A ellos se les escuchó decir: “Voy a venir con la población, ya veremos. Yo también traeré a mis pobladores”.

GUERRA PERSONAL. El consejero regional por Puno, Walter Paz Quispe Santos, aseveró que el Consejo Regional se ha sumido en una profunda crisis. “Este es un lío de comadres, para el desarrollo de la región es irrelevante. Es triste el papel que juegan los consejeros del oficialismo quienes actúan arbitrariamente, ojo que este no es un grupo aislado, ellos actúan en coordinación con el ejecutivo”, aseveró.

Para el fiscalizaror puneño la situación se agudizó y se deja de lado la Agenda Regional que debiera ser lo más importante.

ESCÁNDALO. Pero el hecho más bochornoso de la mañana de ayer en el Consejo Regional lo protagonizó el consejero delegado, Elisban Calcina Gonzales. En una actitud a todas luces parcializada, en el momento previo a la votación, cedió la palabra al consejero de San Antonio de Putina; cuando la consejera de Puno quiso intervenir, el titular de este ente, simplemente le negó la posibilidad arguyendo que según reglamento no es posible debatir. Al ser interrogado sobre su actuar Calcina dijo estar cumpliendo las normas. Es más al final de la sesión, en una clara falta de respeto, dejó con la palabra en la boca a sus colegas de la oposición.

El además consejero por la provincia de Azángaro, empero, sostuvo estar satisfecho y orgulloso de la labor que viene cumpliendo como delegado. Aseguró entre otras cosas no estar parcializado con nadie. “Yo no favorezco a nadie”, insistió. Sin embargo sus actitudes son contrarias a su discurso.