El sueño de ver la Copa Libertadores en Juliaca aún no termina
El sueño de ver la Copa Libertadores en Juliaca aún no termina

En 1976, el Club Deportivo Alfonso Ugarte de Puno se prestaba a participar en la Copa Libertadores de América, pero el ente organizador observó el estadio Enrique Torres Belón por deficiencias en el campo de juego.

Preocupados por la situación, los hinchas, el ejército y la población en general hicieron denodados esfuerzos para levantar las observaciones y mejoraron el terreno de juego, camerinos, servicios higiénicos, tablero, accesos, entre otros.

Producto de este trabajo en conjunto el ecuatoriano Ferdinand Hidalgo, dio el visto bueno para que Alfonso Ugarte dispute la Copa Libertadores en el “Monumental de Piedra”. Desde esa fecha hasta ahora en el tribuna norte se aprecia el lema “Puno, ejemplo de participación”.

Similar situación, viene atravesando Deportivo Binacional, equipo campeón de la Liga 1 que pretende disputar los partidos de la Libertadores en el estadio Guillermo Briceño Rosamedina de Juliaca, pero en este caso el principal inconveniente es la falta de iluminación.

Conforme el reglamento emitido por la Conmebol, para la edición 2020 los estadios deberán de contar con un sistema de iluminación con potencia mínima de 1000 lux de ev (iluminación vertical), y tener un Sistema Electrógeno Interconectado (generador eléctrico), para que la iluminación del campo de juego no se interrumpa y continúe el desarrollo del partido en caso exista una falla en la red principal.

Al momento, el estadio Nacional de Lima, es el único estadio peruano que cumple con todos los requisitos que exige la Conmebol, para albergar torneos internacionales como la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana 2020. El resto de escenarios deportivos como el Monumental de la UNSA de Arequipa, Inca Garcilaso de la Vega del Cusco, entre otros; tienen observaciones en cuanto a la iluminación.

El reglamento fija capacidades mínimas de acuerdo a la fase del torneo. Para la primera y segunda (fase de grupos) es de 10 mil espectadores, para octavos y cuartos de final el escenario debe contar con un aforo para 20 mil. Pero si Binacional clasifica a la semifinal tendrá que buscar otro estadio con capacidad para 30 mil espectadores, debido a que el estadio Guillermo Briceño Rosamedina solo es para 20 mil; asimismo para albergar una final de la Copa Libertadores de América el escenario debe tener una capacidad para 40 mil asistentes.