Entre protestas entierran a víctima por la COVID-19 en Juliaca
Entre protestas entierran a víctima por la COVID-19 en Juliaca

Una veintena de enardecidos pobladores, quienes estaban provistos con palos, piedras, llantas y fierros, trataron de impedir el entierro de los restos del varón de 38 años que pereció la mañana del martes, en el hospital Carlos Monge Medrano, a causa del COVID-19.

Todo ocurrió en horas de la mañana del miércoles último, en las afueras del cementerio de Collana, de la comunidad del mismo nombre, en la ciudad de Juliaca, provincia de San Román.

ENTIERRO. Los restos del infortunado varón, natural del distrito de Taraco, en la provincia de Huancané, fueron sepultados bajo estrictas medidas de bioseguridad en una fosa común del camposanto. La inhumación estuvo a cargo del personal de la Red de Salud de San Román.
Al lugar se constituyó un contingente de efectivos del Ejército del Perú y de la Policía Nacional. Los miembros del orden conminaron a los pobladores a mantener la calma y a no interferir con las diligencias de sepelio.
También se hizo presente el director de la Sociedad de Beneficencia Pública de San Román, Juan Condori Churata, quién explicó a los enfurecidos pobladores los protocolos de bioseguridad que se aplica en éstos casos para enterrar a una víctima por coronavirus. "Hemos enterrado a la primera víctima en el cementerio La Capilla y ahora al referido varón en Collana", dijo Condori Churata.
Tras varias horas de diálogo, permitieron el entierro.

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