Familia Alata reclama terrenos de Chacarilla y Alto Laykakota de Puno

Hugo Alata Serruto se presentó como agraviado de un proceso expansionista en la ciudad de Puno. Narró que en 1951, su padre en vida Félix Alata Pari adquirió de Julián Cruz y esposa un terreno de 2,265 metros cuadrados en la zona de Chacarilla, Alto Laykakota como “fondo de retiro” para asegurar el futuro de sus hijos, no pensó que el terreno en la aún despoblada zona periférica de Puno podría ser objeto de la informalidad. 

“Es verdad, por razones de salud o trabajo de mi familia, tuvimos que migrar a Arequipa o Lima, dejando el terreno sin cerco”, admite Alata Serruto, precisando que eventualmente visitaba el predio con planes de construir un lote de viviendas. 

Incluso habría propuesto a la dirigencia barrial la venta del predio, pero las negociaciones fracasaron por la posición intransigente de azuzadores que se negaban a reconocer la legalidad de la propiedad.

Curiosamente el propio Estado provocó la posesión de los terrenos, así la Dirección Regional de Educación de Puno habría fraguado una ficha registral la que ostentaba como su propietario y al amparo de ello junto con “negociaciones” de dirigentes barriales instalaron una loza deportiva echando por tierra cualquier legítimo derecho de propiedad, lo que motivó el inicio de un juicio de “Nulidad de Acto Jurídico” contra esta entidad del Estado, según Expediente 092-2004, para anular la ficha registral en cuestión, proceso que resultó favorable a la familia Serruto según la sentencia 145-2005

Alata Serruto se pregunta que si él no fuera el legítimo propietario, cómo es que la Municipalidad Provincial de Puno le haya estado emitiendo recibos de autoavalúo (todos pagados) desde el año 1984 hasta el 2015.

En 2016, Alata intentó recuperar dichas propiedades, pero un tumulto de gente impidió que se ejecute la decisión judicial. Ahora, el ciudadano reclamó que el terreno pueda pasar a sus dueños, puesto que en caso contrario sería pésimo antecedente.