Puneños le dan gracias a la Pachamama y buscan la fortuna

Cada primer día de agosto, miles de pobladores de la ciudad de Juliaca y aledaños abarrotan las orillas de los ríos Unocolla, Maravillas, Cacachi y otros, donde recogen piedrecillas planas que simbolizan dinero y riqueza. Ayer no fue la excepción.

El lugar más concurrido es Unocolla, donde desde la madrugada, pese al intenso frío que soporta el Altiplano, se pudo apreciar a cientos de personas, entre adultos, jóvenes y niños, utilizando herramientas, para recoger las piedrecillas planas y redondas.

Tras el acopio de las piedras, que ellos la denominan con mucha fe como dinero, participan de la tradicional ch’alla que es dirigido por un chamán, quien utilizando cerveza negra, vino y sahumerio realiza el ritual. Luego los creyentes guardan estos objetos en lugares secretos de sus hogares, esperando que en un futuro se hagan realidad sus deseos.

BENDICIÓN. “Desde hace varios años vengo a bendecir las cosas con mucha fe y sentimiento. Veo que muchas peticiones de los creyentes se han cumplido, por eso sigo viniendo”, refirió un chamán, de nombre Elisban.

Aprovechando esta ocasión, algunas personas venden las piedrecillas en la orilla del río y otros lo hacen en las calles de Juliaca. Estos objetos fueron extraídos antes del 31 de julio y los precios varían de acuerdo a la cantidad y tamaño.

El historiador Hugo Apaza Quispe refirió que esta costumbre de recoger piedrecillas surgió en el siglo XX, producto del mercantilismo, la que tuvo mayor auge en la década 1960.

Mientras que, Jeamil Terán Toledo, explicó que el 1 de agosto se celebra a la Pachamama, pues los pobladores de esta zona la consideran un ser divino y por eso en el amanecer de este día, se realizan ch’allas, además de sahumar las viviendas a manera de gratitud.

Efectivamente el día de ayer, cientos de pobladores cumplieron con esta tradición, por agradecimiento y también porque el mes de agosto es considerado el mes caliente, donde los deseos se cumplen.