Los chóferes de minibuses y conductores particulares hicieron su agosto en Semana Santa, brindando el servicio de transporte con destino al cerro Intiorko.

Debido a la gran cantidad de creyentes, los conductores sacaron provecho a esta situación y cobraban por el traslado dos soles por asiento tanto para viajar en bus como en auto.

Debido al bajo costo, muchas personas se animaron a tomar los servicios de estas unidades. Sin embargo, no tuvo ninguna regulación por parte de alguna municipalidad y ante la ausencia de la Policía de tránsito y serenos, los conductores se apropiaron de uno de los carriles de la avenida Tarata, acaparando parte de la vía e impidiendo el normal tránsito de otras unidades motorizadas.

Gracias a este panorama, los vendedores de paletas, frutas, bebidas y hasta jaladores de las unidades aprovecharon la ocasión para generar dinero. Muchas personas saludaron el servicio a bajo costo que brindaban los conductores, debido a que las personas mayores y de la tercera edad no estaban en condiciones de subir a pie el cerro y visitar la Santísima Cruz que allí se ubica.

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