Un recluso del penal de varones de Pocollay falleció por COVID-19 en el hospital Hipólito Unanue y está en riesgo el resto de la población carcelaria por el hacinamiento en que viven.
Bedregal informó que a la víctima se le realizó dos pruebas rápidas en las salió negativo; la primera hace un mes y la última el pasado sábado al presentar problemas respiratorios y al persistir las dolencias fue derivado al nosocomio.
Denunció que cuando fue trasladado por el INPE al hospital hubo una presunta negligencia por no atender de inmediato al interno y fue el personal del penal quien le dio el apoyo antes de morir.
Precisó que el recluso estaba en el pabellón B que alberga 233 internos y el 50% de ellos presenta síntomas respiratorios. De igual forma, dijo, hay en el pabellón C y por ello solicita la toma de pruebas rápidas al sector salud para poder aislar a los que resulten contagiados.