Los integrantes de la Junta Vecinal Almirante Miguel Grau se han dividido en dos bandos, y la manzana de la discordia es el control de un local comunal y la cochera que funcionan en su locación.
El presidente de la junta vecinal Miguel Grau, Antonio Chambilla, indicó que el problema se produjo en el año 2007 cuando el presidente de ese entonces se niega a entregar el cargo y a juramentar a su sucesor.
DOCUMENTO. Según Chambilla para evitar que los vecinos recuperen la administración del local comunal, aparece un documento en el que la asociación Miguel Grau entrega la infraestructura a sus anteriores propietarios.
“Son 13 personas que prácticamente manejan el local comunal a su antojo, no rinden cuentas del ingreso que genera la cochera y ni los propios vecinos pueden hacer uso de los ambientes del local vecinal”, expresó.
El dirigente acusó a Antonio Luque Ticona de liderar a este pequeño grupo de vecinos que manejan el local comunal a su albedrío.
“En la junta vecinal somos 600 familias, unas 3 mil personas y no tenemos un lugar para hacer nuestras reuniones, un local para usarlo como velatorio, capacitaciones, entre otros proyectos pendientes”, indicó.
Este problema se ventila en un proceso judicial, sin embargo, Chambilla exhortó al grupo de vecinos a fumar la pipa de la paz ante la celebración de los 50 años que cumpliría la junta vecinal Miguel Grau el próximo 8 de octubre.
Acudimos al local comunal en mención en búsqueda de la versión de Antonio Luque o alguna otra persona, pero al acercarnos a la cochera y tocar nadie salió a atendernos. Cabe indicar que en el local comunal opera un comedor.