“No esperemos que uno muera para quererlo” 
“No esperemos que uno muera para quererlo” 

En la misa oficiada por el Día de Todos los Santos en el cementerio Presbítero Sebastián Ramón Sor ayer el obispo de Tacna y Moquegua Marco Antonio Cortez Lara invocó a la feligresía a cristalizar un cambio para convertirse en seres que sepan perdonar, incluso a quienes los han ofendido en algún momento.

“No esperemos que una persona se muera para recién quererla, empecemos a quererla ahora, ya, en este instante. Que pena da cuando una persona recuerda a otra con odio, que pena da cuando todavía siente un resentimiento profundo en su corazón, lo recuerda de mala manera, nosotros hemos venido aquí a este camposanto para recordar de manera bonita”, señaló monseñor.

VIOLENCIA. Reconoció que vivimos en una cultura de la violencia, que dificulta que uno pueda perdonar las atrocidades que hacen por ejemplo los delincuentes. “Ciertamente un padre o una madre a los cuales le han matado a su hijo, que dificil será para ellos perdonar”, asintió el religioso, pero consideró que era necesario porque el rencor no deja vivir tranquilas a las personas.

“Por esa madre también rezamos, para que encuentre el consuelo y la paz en el Señor. Queridos hermanos sigamos rezando, sigamos recomendando a nuestros hermanos que ya han terminado su ciclo en esta vida y han empezado uno nuevo y misterioso, yo solo quiero terminar con algo que me llena de tanto consuelo, el ver el rostro de Dios, un día lo veremos”, subrayó.

El obispo indicó que la población debería preocuparse en acercarse a la puerta del cielo, que aunque es más estrecha, es la puerta del cumplimiento, del deber, de la calidad, de la comprensión y de la paz.