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En la avenida Jorge Basadre del distrito de Pocollay, tramo comprendido entre las avenidas Los Angeles y Los Productores, se han instalado cantinas que funcionan con la fachada de restaurante o cebichería, las cuales causan un gran dolor de cabeza a los pobladores desde hace muchos meses atrás.

De lo que era una arteria apacible, ahora los vecinos tienen miedo de salir de sus casas, especialmente en las noches, por temor a sufrir agresión o ser víctima de un atraco por sujetos ebrios que acuden como clientes a esos locales también conocidos como “chupines”.

“No le miento. A esas cantinas acuden personas del malvivir, o sea sujetos con antecedentes en la delincuencia y que suelen llegar en vehículos junto a sus amigos también de dudosa reputación. En mis recorridos por ese lugar he sido testigo de su presencia”, nos dice el ciudadano Jaime H.V., que con frecuencia suele llegar a la zona en las primeras horas del día para su footing.

“La sabrosita”, “Las esteritas”, “Milton”, “Caprichos”, “Pasión”, “Mar y Copas”, “Tío Fidel”, “Puerto Delfín”, son algunos de los establecimientos con letrero en el inmueble que anuncian la venta de comidas y bebidas, pero -según los vecinos- predomina el consumo del alcohol en sus distintas variedades y hasta la madrugada del día siguiente.

“He sido testigo de los actos de violencia y espectáculos vergonzosos de parte de las personas ebrias, entre hombres y mujeres que suelen salir de esos locales al amanecer, porque los administradores de esos ‘chupines’, al parecer, tienen carta libre de las autoridades del distrito para hacer lo que les viene en gana”, nos dice por su parte Amanda Quispe, una habitante de Pocollay, bastante molesta por los “chupódromos”.

ILEGALES

Según fuentes de la PNP, la Municipalidad Distrital de Pocollay debe expedir las licencias de funcionamiento y regular los horarios de atención al público de esos locales, pero todo indica que los administradores o encargados de esos “chupódromos” no respetan las ordenanzas ni a la autoridad.

El local “Milton” fue intervenido en el mes de julio del 2014 por un presunto delito de trata de personas. Esa vez se rescató a una menor de edad traída con engaños desde Puno y que era obligada a laborar como “dama de compañía”, logrando fugar la dueña del negocio, identificada como Betty Pilco Choque; sin embargo, dicho establecimiento sigue funcionando.

OPERATIVOS 

El mayor PNP Carlos Zegarra, quien hasta fines de enero del 2015 tuvo a su cargo la jefatura de la comisaría de Pocollay, indicó que al mando de su personal realizó constantes operativos “Retén 2015” en el óvalo de Pocollay y en los bares de expendio de bebidas alcohólicas de la avenida Basadre, con la finalidad de prevenir la comisión de delitos y faltas, erradicación de la delincuencia común y organizada, pandillaje pernicioso, microcomercialización de droga, trata de personas y prostitución infantil.

FÉMINAS

En una reciente redada se sorprendió a féminas que laboraban como meseras o “damas de compañía” sin la documentación personal, por lo que fueron trasladadas a la sede de la comisaría de Pocollay para ser identificadas mediante la ficha del Reniec, las siguientes mujeres: Nora Mantari, Zarai Yalico, Noemí Gonzáles, Amanda Chama, Lizeth Molina, Madeleine Enríquez, Carmen Chagua, Dianet Choque, Elediña Soto, Mery Flores, Sonia Maquera y Maribel Apaza.

CUADERNO DE APUNTES

Agentes de la sección Búsqueda de Personas Desaparecidas y Secuestros del Deincri indicaron que durante el operativo en el “Milton” se encontró celulares, billetes y un cuaderno de apuntes donde se anotaba a las féminas que hacían de “damas de compañía” y se les inducía a la prostitución. 

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