El tránsito casi diario de una fila de 10 camiones integrantes de “la culebra” pone en riesgo la vida de 300 pobladores entre niños y adultos mayores, en la comunidad de Ancomarca por donde cruza la carretera hacia Collpa, vía de uso principal para los contrabandistas en su paso a Puno.
El recorrido predilecto de las unidades se da a lo largo de la carretera pasando sin interferencias por las comunidades de Alto Perú y Ancomarca para luego enrumbar a Collpa, desde donde toman un desvío no habilitado hacia la región Puno, bordeando siempre la frontera con Bolivia.
Lo cierto es que cada unidad viaja a casi 90 km/h sin importarles que por la vía transiten unidades menores, niños y camélidos sudamericanos que pastan en la extensa planicie. Muchas veces lo hacen por la noche sin ningún cuidado en su viaje.
La autoridad no sabe como cruzan los controles policiales de la carretera.
Para el burgomaestre, los contrabandistas trasladarían desde frutas y mercaderías hasta vehículos desmantelados para su ingreso a Bolivia, donde se los pone a la venta con nueva placa.La población ha exigido la construcción de badenes que obliguen a reducir la velocidad de las unidades, sin embargo Tapia dijo que verá que atribuciones tiene, sabiendo que la vía está a punto de construirse.