Tacna se ha convertido en el último refugio de los venezolanos
Tacna se ha convertido en el último refugio de los venezolanos

Según la Oficina Defensorial Tacna de la Defensoría del Pueblo se estima que hay 4 mil venezolanos en la ciudad, de los cuales más de medio millar se encuentra esperanzado a completar sus trámites para la obtención de la visa democrática ante el consulado chileno para ingresar a ese país.

Muchos de los que no alcanzan un lugar en los refugios para migrantes en la ciudad, viven desde hace dos semanas en plena calle, en carpas improvisadas a la espera de obtener sus papeles e ingresar al país chileno, soportando el frío y viviendo toda una odisea por mejorar su calidad de vida.

Ray Mari Alba Meléndez (32), manifestó que desea cruzar la frontera por la crisis de que hay en Venezuela y para que su bebé de un año pueda conocer a su padre que radica desde hace un año y ocho meses en Santiago de Chile.

“Yo no tengo visa, y me dicen que mi esposo que esta legal en Chile puede venir a Tacna a recoger a mi hijo y llevárselo, pero yo no tengo chance de pasar con ellos y estar en familia. Solo espero un milagro, todo se lo dejo en manos de Dios”, expresó quebrándose.

Ray Alba Meléndez salió desde hace 10 días de su ciudad natal de Maracay en Venezuela con su bebé en brazos.

En el recorrido que hizo Diario Correo, conocimos a Francis Solano López (33) quien se desempeñó por 13 años como oficial policial del estado de Venezuela y desde el 8 de abril de 2018 abandonó su país llevando consigo a sus hijos de 9 y 4 años. Para sustentar a su familia expende comida típica de su tierra.

“Mi sueldo de policía no alcanzaba ni para comprar dos harinas. La mayoría de mis colegas han pedido su baja y eso ha sido un acto considerado de traición a la patria”, sostuvo.

La expolicía Solano López manifestó que no tiene esperanzas de ir a Chile, ya que no quiere hacer pasar nuevamente por penurias a sus hijos. “Mis niños no tienen pasaporte, aparte ellos van al colegio y a un jardín aquí en Tacna. A mí me parece que uno siendo venezolano puede vivir con un sueldo mínimo en Perú”, sostuvo.

Francis Solano indicó que todo lo que está viviendo ahora le ha servido mucho para hacerla más humana, quererse más en su familia y darles un mayor valor a las cosas.

“Solo espero que el presidente de Venezuela se vaya y con un nuevo gobernante las cosas vuelvan a la calma y con algo de suerte yo pueda volver a ser policía, pero como están así las cosas no hay forma de como uno pueda estar bien”, expresó.

Otra historia es la del joven venezolano Nicson Solórzano Mendes (30), quien hace 25 días salió de su país y lleva 14 días en Tacna esperando completar sus trámites en el consulado chileno para reencontrarse con su madre que se encuentra viviendo en Santiago de Chile.

“Yo trabajaba como operador de maquinaria en una empresa de accesorios de alta tensión en electricidad, pero lo que me pagaban ya no cubría ni mis pasajes. Tengo a mi madre enferma, ella tiene cáncer terminal y quiero estar con ella y acompañarla”, manifestó.

Nicson Solórzano es uno de los tantos venezolanos que vive en una carpa instalada en la calle Presbítero Andía a la espera de recibir su visa. “Esta carpa la compartimos con tres amigos y es muy difícil, imagínate como será para los que tienen hijos”, apuntó.

La ruta que han tomado todos ellos hasta llegar a Tacna ha sido en bus haciendo transbordos, salen de Venezuela a Colombia, luego a Ecuador, ingresan al Perú y de ahí llegan a Lima hasta llegar a Tacna. Les toma un promedio de siete días hacer todo ese viaje. 

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