Escrito por: Luigi Vignolo
El coronavirus continúa cobrando víctimas mortales en el departamento de Tumbes. En lo que va del presente mes 17 personas fallecieron a causa de los efectos adversos del COVID-19.
Si bien representa una cifra menor a comparación con otros meses en donde el número de fallecidos oscilaba entre 100 a 150, el virus todavía continúa enlutando a varias familias en esta zona del país.
De acuerdo a las estadísticas brindadas por la Dirección Regional de Salud, desde el registro del primer caso de coronavirus en Tumbes, hasta ayer, fallecieron 605 personas.
Los cuerpos fueron sepultados en diferentes cementerios, siendo el principal el ubicado cerca a la carretera Tumbes -Zarumilla, área habilitada para las víctimas mortales de COVID-19 o causa sospechosa del virus.
El director de Salud, Harold Burgos ha reconocido que hay un descenso en cuanto a la letalidad del coronavirus en la región, pero eso no significa que la población deba bajar la guardia.
En ese mismo sentido se mostró la decana del Colegio Médico de Tumbes, Rina Bejarano Tafur, quien ha señalado que los tumbesinos deben seguir adoptando medidas de prevención.
“Es importante continuar con el lavado de manos, el uso de mascarillas y el distanciamiento social, aún no hay cura para el virus y todos estamos propensos a contagiarnos”, precisó la especialista.
LIMITACIONES. Durante el periodo de mayor impacto de la pandemia en Tumbes los centros de salud y hospitales colapsaron, y la demanda de la población estaba orientada a que las autoridades mejoraran el servicio de atención a los pacientes.
Tras varios meses, aún existen falencias en diversos establecimientos médicos en caso de presentarse una segunda ola de contagio.
A la falta de especialistas, se le suma el de la infraestructura hospitalaria. En la actualidad, en el principal nosocomio de la región se están desarrollando trabajos para acondicionar algunas áreas de vital importancia, entre ellas la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Sin embargo, estas intervenciones han sido observadas por la Contraloría y algunos consejeros regionales, quienes advirtieron un presunto caso de corrupción, el cual gira en torno a un aparente fraccionamiento en los trabajos de las instalaciones y la adquisición de equipamiento médico.