Población en peligro por contaminación del mercado
Población en peligro por contaminación del mercado

Un promedio de 700 comerciantes formales y 800 ambulantes del mercado “modelo” de , ofrecen su mercadería en deplorables condiciones de salubridad debido al colapso de desagües en las vías contiguas, infraestructura dañada, hacinamiento y exposición de los alimentos en el suelo.

Frente a ello, la directora ejecutiva de Salud Ambiental de la Dirección Regional de Salud (Diresa), Ermi Kattia Pozada Limo, consideró como foco infeccioso el principal centro de abastos de la ciudad.

Dijo que se está afectando la salud de los vendedores y de los miles de consumidores que asisten cada día para realizar sus compras.

“Toda la contaminación registrada en dicho establecimiento podría ocasionar que las personas adquieran enfermedades infecto contagiosas y dermatológicas producto de las bacterias emitidas por las aguas residuales convertidas en polvo ante la falta de higiene de los comerciantes”, acotó la especialista.

INFRAESTRUCTURA 

El Reglamento Sanitario de Funcionamiento de Mercados de Abastos, emitido mediante el anexo de la Resolución Ministerial N° 282-2003-SA/DM, de la cartera de Salud, especifica una serie de condiciones que todo establecimiento del país debe cumplir con la finalidad de evitar la propagación de enfermedades en la población ante la mala manipulación de los alimentos.

Para el caso de las zonas circundantes del mercado, se observa la presencia de aguas residuales, escombros de tierra, cúmulos de residuos sólidos, humo, entre otros, contraviniendo al artículo 8 del primer capítulo que especifica evitar dicho sobrante contaminante dentro de un radio de 15 metros a la redonda; como también, la proliferación del comercio ambulatorio.

Además, frente a la inestable infraestructura de los locales, la norma ministerial establece, en el décimo artículo del capítulo primero, que las paredes deben ser fáciles de limpiar y desinfectar, resistentes a la corrosión y no deberán transmitir sustancias tóxicas que afecten a los alimentos.

Pero, la realidad es distinta porque se evidencia que los muros presentan grietas por la antigüedad albergando suciedad; incluso, el suelo presenta un sedimento color negro debido a los desperdicios arrojados por los mismos comerciantes.

El presidente de la Asociación de Comerciantes del Mercado Modelo y Anexos de Tumbes (Acmat), Roberto Mártires Collave Neri, reconoció que se debe mejorar la estructura del establecimiento con la finalidad de evitar pérdidas humanas y materiales en caso de sismo o la proliferación de enfermedades.

“Si Dios quiere, a inicios del próximo año, se prevé la ejecución de un centro de abastos que va reunir con todas las condiciones de salubridad como lo establece el Ministerio de Salud”, acotó el dirigente.

Sin embargo, este proyecto privado se encuentra solo en promesa desde hace ocho años, aproximadamente, y, por lo general, existe desunión por parte de los comerciantes. En tanto, la comuna provincial de Tumbes ha informado que solamente intervendría en agilizar los trámites de construcción (sin destinar presupuesto) y a la reubicación de los vendedores hacia la explanada del cuartel Coloma, pero hasta el momento todo continúa igual.

El costo del proyecto del Acmat asciende a S/ 50 millones, aproximadamente, y contará con tres pisos donde, en la primera planta, albergará productos de primera necesidad, y en la superior, un patio de comidas con un área de esparcimiento para los menores de edad que llegan acompañados con sus padres.

SIN PLANIFICACIÓN

Pero, muy aparte de la construcción del nuevo centro de abastos, Roberto Collave criticó la gestión edil debido a que no ejecutó ningún plan de contingencia cuando se desarrolló el proyecto de saneamiento en la avenida Mariscal Castilla, generando desorden, inseguridad y contaminación en la zona.

“En ningún momento el alcalde Jimy Silva nos llamó para planificar sobre la obra que nos está afectando directamente porque el polvo del desagüe se impregna en la ropa y en los alimentos. Ni qué decir de los ambulantes, han bloqueado el acceso del mercado”, cuestionó.

Para ello, responsabilizó al alcalde provincial en caso ocurra un accidente de sismo, debido a que más de 2,500 personas tendrían que salir rápidamente del establecimiento debido a que no cumple con el retiro de los vendedores informales.

BUENAS PRÁCTICAS

Lamentablemente, la gran mayoría de los comerciantes manipulan los alimentos sin tener las medidas de seguridad y salubridad correspondiente. Por ejemplo, la población evidencia constantemente que los vendedores no utilizan ropa adecuada, ni mucho menos, optimizan el uso de los utensilios.

Un caso muy importante es la exposición de las frutas y verduras en el suelo siendo separadas únicamente por las jabas deterioradas o del mismo saco con las que son transportadas, donde, por el tránsito de las motokars y motocicletas, salpican gotas de las aguas residuales generando una gran infección para quien consuma ese producto.

La especialista de la Diresa, Kattia Pozada, cuestionó que tanto los comerciantes formales como los ambulantes, no tengan conciencia sobre la manipulación de los alimentos, incluso, alegó que el cambio de actitud por parte de estas personas conlleva a un trabajo social a largo plazo y, si no funciona, la inspección realizada por la comuna provincial debe mejorar la realidad.

“Es muy difícil cambiar las actitudes de los comerciantes adultos porque ellos ya tienen una forma de trabajar y poco les interesa la salud de sus clientes”, cuestionó Pozada.

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