“Solo le pedía a Dios la oportunidad para que los tres continuáramos con vida. Yo he vuelto a nacer”, relata Hernán García Neira quien junto a su compañero de pesca Efren Guevara Alberca se salvaron de ahogarse después de un naufragio frente a la costa del noroeste del litoral de Tumbes agarrados de unas maderas y boyas. Sin embargo, Ángel Pazo falleció en la travesía.
SUCESO
Una persona fallecida y dos lesionadas dejó la colisión entre un barco y una embarcación artesanal en alta mar. A consecuencia del fuerte impacto se hundió la nave “Jehova, el amigo fiel”, que llevaba a los pescadores artesanales.
El accidente ocurrió el sábado al promediar la 2:00 de la mañana, en la zona conocida como Las Plateras, a diez millas de Peña Redonda, por dicho lugar transitan los barcos cargueros.
Tras el choque de las naves, los tres pescadores lograron lanzarse al agua, y tras dos días de permanecer al garete en alta mar, es decir el lunes al promediar las 7:00 de la mañana, fueron rescatados por la tripulación de la nave “Jesús sobre las aguas”.
Al respecto, Manuel Minaya Hermengildo manifestó que en circunstancias que se encontraba en alta mar a bordo de su embarcación encontró a tres personas flotando por lo que inmediatamente procedió a subirlos a su nave.
La embarcación llegó al muelle de Acapulco el mismo lunes a las 4:50 de la tarde, hasta donde acudieron el personal de Marina de Guerra, Policía, Serenazgo, familiares y amigos.
Hernán García Neira y Efren Guevara Alberca fueron llevados hasta el centro de salud de Zorritos donde le diagnosticaron deshidratación moderada, policontuso e hipotermia. Hasta el momento siguen internados y serían dados de alta en las próximas horas.
En tanto, la fiscal Kathia Valladares Zárate de la Fiscalía de Contralmirante Villar ordenó el levantamiento del cadáver de Ángel Wisterman Pazo Jiménez para la necropsia de ley. La víctima mortal es de la provincia piurana de Talara, pero residía en la villa Puerto Pizarro, en la región Tumbes.
TESTIMONIOS
Efren García contó que un día más de naufragar en el agua quizás todos hubiesen fallecido, por eso le agradece infinitamente a Dios por darle una segunda oportunidad de vida.
“El viernes tres compañeros salimos a realizar la faena de pesca mar adentro, y el sábado por la madrugada un barco carguero chocó nuestra embarcación pese a que le hicimos señales con las luces no nos observaron y siguieron navegando”, señala García.
Explicó que al tener la nave partida se armaron de valor y los tres se cogieron de algunas maderas y boyas a la espera de un milagro y ser rescatados por alguien.
“El domingo a las 3 de la madrugada a Ángel Pazo le agarró fuertes calambres y nos dijo que no podía continuar y que lo dejen sumergir en las aguas; sin embargo, yo y mi amigo Efren le instamos a no rendirse por su familia. Al final murió y lo tuvimos que amarrar con unas tablas a la espera de nuestro rescate”, cuenta acongojado García Neira.
Por su parte, Efren Guevara Alberca detalló que la vida de un pescador es arriesgada, solo salen de sus casas pero son conscientes que podrían no regresar al sufrir un asalto y muerte a mano armada por parte de los “piratas” o por los choques con barcos.
“Solo le pido a las autoridades navieras que incrementen el patrullaje en alta mar”, acotó Guevara.