En la más reciente actualización de cifras sobre el COVID-19, la Dirección Regional de Salud (Diresa), informó que 7,775 pacientes lograron vencer los efectos adversos causados por el virus.
Varios de los pacientes tuvieron que ser hospitalizados, incluso algunos conectados a ventiladores mecánicos, mientras que otros solo acataron un aislamiento domiciliario, declaró el director ejecutivo de la Diresa, Harold Burgos Herrera.
Aunque la cifra de pacientes recuperados es alentadora, Burgos pidió a la población a no bajar la guardia y a continuar tomando las medidas preventivas.
“El lavado de manos, el uso de mascarilla, el distanciamiento social, son elementales para la prevención”, expresó el funcionario de confianza del gobernador Wilmer Dios.
Es preciso mencionar que en junio se registró la cifra más alta de decesos por COVID-19 en el departamento fronterizo. En un solo día llegaron a fallecer hasta 15 personas.
En la actualidad, los decesos han descendido radicalmente, aunque aún no se puede afirmar que han cesado en su totalidad.
Burgos Herrera destacó la labor desarrollada por los médicos y personal asistencial.
Varios profesionales de la Salud llegaron a contagiarse por la falta de equipos de bioseguridad en el pico más alto de la pandemia, incluso una médico falleció tras haberse contagiado de coronavirus.
Brigadas. Una de las medidas que está teniendo éxito en la lucha contra el COVID-19, fue la que inició la municipalidad de Contralmirante Villar, con el denominado bloqueo farmacológico.
El alcalde Jesús Luna Ordinola, médico de profesión, invirtió parte del presupuesto en formar brigadas de especialistas para que recorrieran casa por casa alertando casos positivos y tratándolos para evitar que se complicaran. Esta iniciativa fue imitada por las demás municipalidades y el gobierno regional