Más del 60% de los reclusos del penal de Puerto Pizarro, en Tumbes, aun no han sido sentenciados. La razón principal de esta situación es la demora que existe en los procesos judiciales.
En total, son 1,050 presos los que alberga el único centro penitenciario del departamento fronterizo, entre hombres y mujeres; sin embargo, ha sido construido solo para una capacidad máxima de 398 personas requeridas por la justicia.
El director del establecimiento penitenciario de Puerto Pizarro, Percy Rojas Aguirre, indica que el hacinamiento carcelario no es un hecho exclusivo de esta región, sino de todo el Perú.
SIN SENTENCIA. Un promedio de 620 internos del penal de Puerto Pizarro están a la espera de que el Poder Judicial emita la lectura de sentencia sobre sus respectivos casos.
“Eso quiere decir que dentro de esa cifra hay quienes son inocentes”, advierte Percy Rojas Aguirre.
El director del establecimiento penitenciario lamentó la burocracia que hay dentro del Poder Judicial.
“En el caso de los internos que no tienen sentencia, ellos son inocentes hasta que no se demuestre lo contrario”, declaró Rojas.
En tal sentido, comentó que existe un amplio porcentaje de personas que tienen prisión preventiva.
“Hay investigaciones que son complejas, por eso la demora en resolver los casos y, sobre todo, porque el Poder Judicial carece de personal para evaluar los procesos”, refiere Rojas Aguirre.
CARENCIAS. Solo hay un psicólogo, un abogado y una asistente para los 1,050 internos del penal de Puerto Pizarro.
Asimismo, el Estado destina S/4.50 para la alimentación diaria de cada recluso.
“Tenemos que dividir ese dinero en desayuno, almuerzo y cena, es por ello el reclamo constante por la calidad de la comida”, explica el director del penal.
Sobre el mantenimiento de los ambientes, Percy Rojas señala que son los mismos internos los que se organizan para realizar la limpieza a los pabellones.
HACINAMIENTO. La sobrepoblación que hay en el penal de Puerto Pizarro ha obligado a los internos a dormir en el piso.
Existen celdas, cuyo espacio es considerablemente pequeño, las cuales albergan hasta a ocho internos.
“Esta bien que hayamos cometido algún tipo de delito, pero somos personas”, comenta un recluso, quien afirma vivir en el pabellón “A” que es considerado de mínima seguridad.
El interno indica que purgar condena en Puerto Pizarro “es como estar en el infierno, sobre todo en verano”.
Manifiesta que la temperatura aumenta a tal punto que es casi imposible conciliar el sueño.
“Llevo cuatro años en este lugar, estoy detenido por el delito de tráfico ilícito de drogas, reconozco lo que hice, pero no deben arrinconarnos como si fuéramos animales”, protesta otro recluso.
Por otro lado, en el caso del pabellón de mujeres, el director del establecimiento penitenciario refiere que hay 60 internas, de las cuales la mitad son extranjeras.
“Por lo general son ecuatorianas, colombianas y chilenas”, precisa Percy Rojas Aguirre.
Además, indica que hay una interna con un bebé de 10 meses de nacido, y otra reclusa colombiana con cinco meses de gestación.
“Dentro del penal hay un centro de salud, el personal asiste a los internos en cuestiones rutinarias, cuando la situación es un poco más compleja los pacientes son trasladados hasta el hospital regional”, señala Rojas Aguirre.
DELITOS. Se pudo conocer que entre los delitos más comunes figura el tráfico ilícito de drogas y el robo agravado. Por lo general los internos vienen de familias disfuncionales y crecen en ambientes hostiles.
El director del penal indica que en su mayoría son personas que no han estudiado una carrera superior.
PROGRAMAS. Para la reinserción a la sociedad, en el penal de Puerto Pizarro se trabajan dos tipos de programas.
“Uno es enfocado al trabajo y el otro programa tiene que ver con la educación”, precisa Percy Rojas.
En lo referente a desarrollar una actividad productiva se ofrecen talleres de carpintería, soldadura, zapatería y repostería.
“Con respecto a la educación, este año se aperturó la enseñanza del nivel secundario. Más o menos son 380 internos los que aprovechan su tiempo para estudiar”, puntualizó el director del penal.