Adolfo Aguilar: "Nunca he querido ser gracioso"
Adolfo Aguilar: "Nunca he querido ser gracioso"

Adolfo Aguilar vuelve al cine para dirigir La peor de mis bodas 2, comedia que cuenta en el reparto con Maricarmen Marín, Gabriel Soto, Laura Zapata, Carlos Casella, Attila Boschetti, Darlene Rosas, entre otros actores.

Como director, ¿cómo te nutres para crear tus producciones (La peor de mis bodas, La Paisana Jacinta y La peor de mis bodas 2)? 

Veo muchas series, no muchas películas. Voy al cine bastante y trato de absorber la información que hay. No hay nada nuevo bajo el sol, todo está creado y superado. Trato no de imitar, sino de igualar grandes cosas y si se puede, hacerlo mejor. Sin embargo, no tengo muchas ínfulas.

¿Existe un sello propio que quieras imprimir en tus películas? 

Honestamente, no, todavía. Más adelante quizá. Me pasó con la conducción. Avancé, comencé a trabajar y luego le imprimí un sello. En cuanto a la dirección, no sabría decirte si hay un sello, pero si se diera, me gustaría que sea en base al entretenimiento.

Con la comedia también se puede reflexionar. ¿Qué buscas contar en esta tercera película?

La unión familiar. Este año me di cuenta de que estoy muy agradecido con la vida, no solo por lo material, sino con la gente que tengo a mi alrededor. Esto lo he volcado en la película. Madre e hijo que están peleados, nieto y abuela que no se conocen o nuera y suegra que deben conseguir un objetivo.

¿Cómo llevas estas líneas narrativas en la cinta para evitar que sobresalga una de la otra?

En esta segunda entrega, la historia que une todas las historias es que Salvador (Gabriel Soto) vive un problema económico y todos se unen para ayudarlo.

La primera parte del filme recoge muchas de tus influencias (Un impulsivo loco amor, María la del Barrio), ¿cómo renuevas la comedia para que no se vea repetitiva? 

Yo tengo bien claro lo que quiero en el set (de rodaje). En mi vida nunca he querido ser gracioso, me ha ligado. Eso lo traslado al cine y la dirección. Mi afán no es que la gente llore, que se ría o asuste, debe suceder por consecuencia de lo que estoy contando.

¿Cómo tomas las críticas cuando la historia no se cuenta bien?

Las tomo muy bien. De hecho, he descubierto que las críticas son lo más positivo que hay en la vida, sobre todo cuando vienen en buena onda, cuando son para ayudarte a mejorar. Eso tiene mucho la gente con la que trabajo. Todo es bueno mientras no busque destruir. Me encanta trabajar con gente que sabe más que yo.

El punto más polémico de tu carrera como director fue llevar a La paisana Jacinta al cine. ¿Cómo tomaste la suspensión? 

Fue la primera y no sé si se puedan hacer más (risas). Estoy agradecido por el éxito. Las críticas del personaje vienen de la televisión, de hace 20 años. Lo que ha sucedido, que no está tan mal, es que se busca regular los personajes controversiales. No tiene nada de malo. Va a ser para mejorar. Nosotros tratamos a la Paisana como una mujer empoderada, una heroína.

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