La espiritualidad, el reencuentro con la naturaleza y con uno mismo y las formas de responder ante una tragedia son para la directora peruana Claudia Llosa algunas de las claves de Aloft, su última película, que se estrena hoy en Estados Unidos.
"Es una historia muy carnal, muy de personajes, pero cuyo proceso tiene que ver con esa búsqueda casi de reconexión con el otro perdido y con ellos mismos", explicó la cineasta en una entrevista con Efe.
Protagonizada por Jennifer Connelly, la cinta se centra en la historia -narrada con saltos entre pasado y presente- de una madre y su hijo, marcados para siempre por un terrible accidente, y por sus distintas respuestas ante la tragedia.
"Hoy más que nunca vivimos en un momento en el que buscamos replantearnos nuestra espiritualidad, en el sentido de recuperar una seguridad perdida", señala Llosa, que asegura que Aloft surgió de preguntas como ¿qué es la fe? o ¿cómo enfrentamos la vida de otra manera?.
La película aborda también cómo responder al dolor, frente a una sociedad actual obsesionada con evitar nuestra propia vulnerabilidad, nuestra propia tragedia, en la que impera el miedo a enfrentar lo incontrolable del otro, incluso de nuestro propio pensamiento.
"Nos olvidamos un poco de que el dolor es casi la base de la solidaridad humana y lo que hace intenso una emoción, lo que da intensidad a la felicidad", asegura Llosa, que cree que hoy vivimos muy conectados, pero muy aislados.
La película apuesta también por una vuelta a la naturaleza primitiva y para ello utiliza como metáfora recurrente el halcón, un animal bello, pero que en cualquier momento puede hacer daño, tal y como recuerda la directora.
Para una película de sentimientos extremos, Llosa, sobrina del nobel de literatura Mario Vargas Llosa, optó también por parajes extremos y trasladó el rodaje a la frontera entre Canadá y Estados Unidos.